Ha llegado la primavera y con ella la molesta alergia primaveral. Pero, ¿por qué se producen estas reacciones alérgicas? La alergia al polen o polinosis se produce cuando el organismo detecta esta sustancia como un agente nocivo o alérgeno. La reacción ante este agente es segregar una serie de sustancias, como la histamina, que provocan los molestos síntomas de la alergia.
La polinosis es la causa más frecuente de alergia respiratoria en España.
¿Qué es el polen? ¿Qué plantas son las que producen alergia con más frecuencia?
El polen es la célula sexual masculina de las plantas superiores, el equivalente a los espermatozoides en el reino animal. En determinadas épocas del año es liberado por la planta y busca la célula sexual femenina que se encuentra en una flor de su misma especie. El traslado del polen de la planta donde se ha formado hasta la parte femenina de la flor se conoce como polinización.
El polen está formado por numerosas proteínas de las cuales algunas tienen la capacidad de producir síntomas alérgicos.
Existen tres tipos de polen alergénicos:
- Gramíneas.
- Árboles (ciprés, olivo, plátano de sombra, etc.).
- Malezas (parietaria, salsola, chenpodium, etc.).
Dentro de los pólenes, las gramíneas, ampliamente distribuidas, son la primera causa de rinitis y/o asma polínico en España. Es seguido de otros pólenes como el olivo, el ciprés, el plátano de sombra, la parietaria y el chenopodium.
¿Hay relación entre la época del año y el tipo de alergia/planta?
En general, los síntomas derivados de la sensibilización a los pólenes de los árboles aparecen durante el invierno y a principios de la primavera, a los pólenes de las gramíneas durante la primavera y verano, y a los de las malezas, en verano y otoño.
Los pacientes sensibilizados a uno o varios pólenes tendrán síntomas en la época de polinización de los mismos.
¿Cuáles son los síntomas de la alergia primaveral?
Las manifestaciones clínicas más frecuentes de la alergia respiratoria son:
- Goteo nasal.
- Picor de nariz.
- Picor de ojos.
- Estornudos.
- Lagrimeo.
Estos síntomas corresponden a la rinitis y a la conjuntivitis.
En algunas ocasiones aparecen otros síntomas como:
- Tos.
- Pitos respiratorios.
- Dificultad para respirar.
Estos síntomas nos harán sospechar de la posibilidad de que el paciente tenga asma bronquial.
La severidad de los síntomas depende de la cantidad de polen liberado y de la exposición del paciente a él durante la estación polínica específica; por tanto, puede variar de año en año.
¿Cómo puedo diferenciar la alergia primaveral de un cuadro catarral por virus?
La sintomatología de la alergia al polen es muy similar a la producida por los cuadros respiratorios infecciosos causados por virus (catarros).
Los síntomas que diferencian los cuadros víricos de los de alergia son:
- Los pacientes pueden presentar fiebre.
- No suelen tener conjuntivitis.
- La tos suele ser productiva (con moco).
¿Cómo puedo diferenciar la alergia primaveral de un cuadro catarral por COVID?
En cuanto a la infección por el virus SARS Cov 2 responsable de la COVID 19, los pacientes pueden presentar los siguientes síntomas:
- Los pacientes pueden presentar fiebre.
- No suelen tener conjuntivitis.
- Tos.
- Dificultades respiratorias.
- Disminución o falta de gusto y olfato.
- Malestar general y cansancio.
Como hemos indicado anteriormente, en la polinosis casi siempre hay conjuntivitis (ojos rojos con picor ocular), no aparece la fiebre y la tos es seca. Hay ocasiones en las que el paciente puede escuchar un leve pitido producido con la inspiración y/o la espiración (lo que se conoce como sibilancias) y disnea (fatiga) de predominio nocturno.
Nunca he tenido alergia, pero este año he notado síntomas, ¿puede desarrollarse la alergia respiratoria en la edad adulta?
Los síntomas de polinosis pueden aparecer a cualquier edad, aunque el inicio suele ser más frecuente en la infancia y en la juventud.
Una vez que aparecen los primeros síntomas clínicos, estos tienden a persistir indefinidamente en el tiempo, e incluso a agravarse (entre un 30-60 % de los pacientes puede terminar desarrollando asma bronquial). No obstante, un pequeño porcentaje de pacientes (8 %) puede presentar remisiones clínicas espontáneas, es decir, dejar de tener sintomatología.
La mayoría de los pacientes, especialmente a partir de la cuarta o quinta década de la vida, van experimentando una lenta remisión de los síntomas, aunque tampoco se produce en el 100 % de los casos.
¿Qué debo hacer en caso de notar síntomas de la alergia primaveral?
Lo fundamental es conocer la causa de la alergia primaveral para poder actuar de forma específica. Para ello es necesario acudir al alergólogo quien realizará una adecuada historia clínica y las pruebas alergológicas necesarias con el fin de establecer un diagnóstico preciso.
La historia clínica por si misma ya orienta hacia el diagnóstico de la alergia al polen por su patrón estacional característico.
Para determinar concretamente el polen causante, son muy útiles las pruebas cutáneas. Estas consisten en inocular en la piel los distintos alérgenos sospechosos, observándose en los casos positivos la reacción inflamatoria cutánea característica en forma de habón. El resultado de la prueba se obtiene en tan solo 15 minutos.
Además, es posible realizar un análisis de sangre para cuantificar y demostrar la presencia de anticuerpos específicos frente a los alérgenos testados.
¿Cómo se evitan y tratan los síntomas de la polinosis?
Existen una serie de medidas higiénicas que pueden ayudar al paciente a disminuir la exposición a los pólenes alergénicos durante su época de polinización:
- Abrir las ventanas del domicilio a primera hora de la mañana y cuando cae el sol, ya que es en estas horas cuando los niveles de pólenes son más bajos, ya que los pólenes salen de las flores cuando hay más luz y calor.
- Ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa.
- Intentar no tender la ropa en el exterior, sobre todo los días de recuentos elevados, ya que los granos de polen pueden quedarse atrapados en las prendas.
- Utilizar gafas de sol y mascarillas para disminuir el contacto del polen con los ojos y la mucosa nasal.
- Cuando se viaje en coche hacerlo con las ventanillas cerradas.
- Evitar actividades que puedan remover partículas de polen, tales como cortar el césped, barrer la terraza, etc.
- En caso de alergia al polen de gramíneas, no es recomendable tumbarse sobre el césped.
- Disminuir las actividades al aire libre en las horas centrales del día, entre el mediodía y las 7 de la tarde.
- Permanecer el mayor tiempo posible dentro de casa durante los días de mayores concentraciones de pólenes, sobre todo los días de viento.
Una vez que el paciente tiene síntomas, se puede llevar a cabo un tratamiento farmacológico con corticoides tópicos nasales o inhalados, antihistamínicos, broncodilatadores, etc. Este tratamiento siempre debe estar bajo indicación y supervisión del alergólogo.
El tratamiento de la alergia primaveral no cura la enfermedad, pero permite aminorar o eliminar los síntomas mientras el paciente lo esté realizando.
Vacunas para las alergias
Las llamadas “vacunas para la alergia” o inmunoterapia alérgeno-específica son el único tratamiento capaz de cambiar el curso natural de la alergia primaveral.
El objetivo principal de este tratamiento es curar al paciente, de forma que disminuyan o incluso desaparezcan los síntomas.
Además, la vacuna puede prevenir la evolución de la sintomatología hacia el asma bronquial. Esta evolución sucede en el 60 % de los pacientes con rinitis polínica intensa que no se vacunan.
Por último, también previene la aparición de nuevas sensibilizaciones frente a otros aeroalérgenos.
La inmunoterapia alérgeno-específica consiste en la administración -por vía subcutánea o sublingual- del alérgeno que provoca la alergia en dosis cada vez más elevadas, hasta un máximo preestablecido. Este proceso dura entre 3 y 5 años, en función de la evolución del paciente.
Numerosos estudios han demostrado que las llamadas “vacunas para la alergia” o inmunoterapia alérgeno-específica:
- Es un tratamiento seguro.
- Es eficaz en la disminución de los síntomas.
- Disminuye la cantidad de medicación necesaria para paliar los síntomas.
- Mejora la calidad de vida de los pacientes.
Clínica DKF en El Viso (Chamartín) de Madrid cuenta con una Unidad de Alergología e Inmunoterapia liderada por la Dra. Paula Cabrera especialista en el tratamiento de la alergia primaveral. ¡Consulta cómo te podemos ayudar!