Al hablar de la importancia del ejercicio físico en pacientes con enfermedades reumáticas debemos comenzar destacando que estas enfermedades se caracterizan por una alteración del sistema inmune.
La alteración de sistema inmune en las enfermedades reumáticas.
La alteración del sistema inmune, también denominada inmunosenescencia, consiste en una remodelación del sistema inmunológico asociada con el envejecimiento. Esta remodelación conlleva una mayor susceptibilidad a las infecciones y a una reducción de la respuesta inmune.
Los datos de los estudios más recientes apoyan la idea de que el ejercicio físico puede contrarrestar la inmunosenescencia y mejorar la respuesta inmunitaria a través de una elevación de las células T (células reguladoras de nuestro sistema inmune).
También resulta que el entrenamiento físico habitual estimula las mitocondrias, que son las suministradoras de la energía a la célula y los macrófagos circulantes en sangre disminuyendo los radicales libres de oxígeno que se implican en la inflamación.
Frecuencia recomendada de ejercicio físico en pacientes con enfermedades reumáticas.
Se sabe que realizar ejercicio físico de forma ocasional solo induce una inmunidad transitoria. Sin embargo, el entrenamiento realizando ejercicio de forma regular acumula estos efectos en el tiempo, adaptando y fortaleciendo el sistema inmune.
Realizar ejercicio con una frecuencia de dos o tres veces por semana, de una hora de duración, incluyendo un periodo de calentamiento (por ejemplo, bicicleta estática) y un periodo de vuelta a la calma y estiramiento, son suficientes para conseguir un efecto beneficioso para las enfermedades reumáticas.
La contracción muscular producida durante el ejercicio actúa liberando multitud de sustancias conocidas como mioquinas. Una de ellas, la interleuquina-6, actúa disminuyendo la inflamación sistémica relacionada con múltiples enfermedades reumáticas crónicas, obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
El efecto del ejercicio físico en las enfermedades reumáticas.
Tanto el ejercicio realizado de forma ocasional, como mantenido en el tiempo, ha mostrado una respuesta significativa sobre los niveles circulantes, redistribución, actividad y función de los glóbulos blancos (leucocitos) en el organismo, ejerciendo una mejora inmunitaria. Está demostrado que el ejercicio actúa aumentando el intercambio de leucocitos entre la circulación sanguínea y los tejidos. Este intercambio ayuda al sistema defensivo frente a agentes externos como los virus, muy importante en los tiempos actuales de pandemia.
El ejercicio mejora la condición física y la calidad de vida y puede tener un efecto positivo sobre el dolor y la fatiga. Ambos son signos clínicos relacionados con enfermedades reumáticas.
Por lo tanto, es recomendable en los pacientes con enfermedades reumáticas practicar ejercicio físico. Se debe empezar de forma progresiva y aumentar el tiempo, la intensidad y el número de repeticiones de forma paulatina en todos los pacientes reumáticos como tratamiento complementario al farmacológico.
MENS SANA IN CORPORE SANO
Décimo Junio Juvenal
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En Clínica DKF contamos con una Unidad de Fisioterapia especializada en enfermedades reumáticas. En nuestras instalaciones contamos con la última tecnología y materiales para ayudar a nuestros pacientes a mejorar su condición física y su calidad de vida.