
11 Nov Ondas de choque: qué son y para qué se utilizan
Las ondas de choque se utilizan para tratar patologías del aparato locomotor. Especialmente, destaca el uso de las ondas de choque en tendinopatías (o también conocido como tendinitis) del manguito rotador en el hombro, epicondilopatías, trocanteritis, tendinopatía rotuliana y aquilea y fasciopatía plantar. El éxito de la aplicación de las ondas de choque en este tipo de patologías es del 70%, aproximadamente.
Las ondas de choque son acústicas, con una alta frecuencia y energía. Se utilizan aplicando su energía en el tejido lesionado con el fin de recuperarlo. Este tratamiento no es muy común en las clínicas de nuestro país, pero en Clínica DKF es uno de los más importantes. Apareció hace unos veinte años, y no es una aparatología que se tenga de todas las clínicas. De hecho, es bastante exclusiva.
La doctora Karin Freitag es experta en enfermedades reumáticas y en medicina regenerativa, entre otras especialidades. Utiliza las ondas de choque en sus tratamiento, obteniendo unos resultados muy favorables.
Beneficios de las ondas de choque
- Podría decirse que a nivel clínico, las ondas de choque tiene dos ventajas fundamentales: el efecto analgésico (eliminación del dolor) y la regeneración del tejido dañado. Es decir, es un tratamiento que alivia al paciente y consigue que el tejido dañado se vaya recuperando.
- También es una gran ventaja que la técnica es no invasiva y se realiza en una consulta. No es necesario ningún tipo de preparación nin intervención para poder realizarla. Una vez se termina, además, el paciente puede hacer vida totalmente normal.
- Al ser una tratamiento tan efectivo, son unas tres sesiones es suficiente. Por tanto, el paciente nota mejoría en un corto espacio de tiempo y ala inversión es rentable. Lo normal es que se den unas tres sesiones, aunque todo depende de cada paciente y del tipo de patología que se vaya a tratar.
- No se tienen asociados efectos secundarios, por lo que estamos ante un tratamiento seguro y eficaz.
- Se pueden tratar patologías crónicas y/o agudas.
Eso sí, no hay que olvidar que solo pueden administrarlas un profesional médico. Además, también es muy recomendable que el tratamiento se complemente con sesiones de fisioterapia.