Las articulaciones están pensadas para moverse, no para estar quietas», afirma la Dra. Freitag, pero lanzarse a las calles como si no hubiese un mañana subida a unos tacones o cargada con pesados bolsos, sin una preparación ni estiramientos adecuados, o abusar de las sesiones de paddle, por ejemplo, puede tener unos efectos colaterales tan nocivos como las posturas mantenidas horas y horas en la oficina
Renunciar a todo ello no es una opción, y menos al deporte. Forma parte de nuestras vidas y tan solo «hay que adecuar el ejercicio a la edad, la forma física y la complexión de cada uno».
«Los problemas vienen cuando sobrecargamos las articulaciones en condiciones no fisiológicas y de forma mantenida en el tiempo», explica la doctora. Contracturas y tendinitis son un primer aviso de que algo hacemos mal y saber escuchar las primeras señales de alarma es fundamental para detectar, prevenir o corregir males mayores y futuros problemas motores que comprometen el bienestar, la movilidad y la figura.
La mala noticia es que todos «esos malos hábitos a los que apenas prestamos atención aceleran el proceso de degeneración articular, originada por la oxidación celular, que se inicia a partir de los 35 años. Una edad sorprendentemente temprana en la que articulaciones, ligamentos, tendones y huesos comienzan a perder minerales, colágeno, ácido hialurónico…», empeorada por las estadísticas y los estudios que confirman que las mujeres son más propensas a padecer artrosis de rodilla. La razón reside probablemente en que esta articulación se ve especialmente alterada por los embarazos y el calzado.
La buena noticia es que los suplementos orales, siempre que estén indicados por especialistas, y caminar media hora al día ayudan a prevenir y mejorar. Además, la medicina regenerativa está aportando soluciones sorprendentes a muchos de estos males, antes considerados crónicos.
Hace algo más de una década, el equipo de la doctora Freitag empezó a tratar las tendinitis con ondas de choque, una técnica eficaz que, sin embargo, se quedaba corta en casos de degeneración importante o en tendones parcialmente rotos.
Tratando de encontrar soluciones más avanzadas y buscando dentro de nuestro propio organismo encontramos terapias mucho más beneficiosas para la mejora de esas patologías. La medicina regenerativa, concretamente los tratamientos biológicos, es una alternativa mejor para reparar las lesiones tendinosas y mejorar el cartílago.
Una avanzada terapia que supone un paso importante en este terreno con la aplicación de terapias específicas para cada estructura de tejido, ya sean tendones, cartílagos o músculos»; una terapia mucho más precisa que, dicen, promete unos resultados espectaculares.
Pero todavía hay un paso más allá y que supone la gran revolución de la medicina biológica con las células madre pluripotenciales. «Se creía que donde más había era en la médula, pero se descubrió que tenía mucha más potencialidad en la grasa; y lo que parecía ‘material de desecho’ ha resultado ser de lo más provechoso».
Así las cosas, hace más de un año en Clínica DKF se comenzó a tratar la artrosis de rodilla y roturas de tendones con células madre, un procedimiento que ayuda a formar nuevo cartílago y, asegura, no solo está evitando numerosas cirugías de rodilla sino que permite al paciente salir de la clínica por su propio pie en solo dos horas y media o tres.
La técnica consiste en extraer, una vez sedamos al paciente en nuestro quirófano ambulatorio, grasa de la cadera o el abdomen y, una vez obtenidas las células madre a través de dicha extracción, se verifica su viabilidad, teniendo en cuenta la calidad y la cantidad, y se infiltran guiadas mediante ecografía en la zona a tratar.
El tratamiento permite alcanzar una recuperación mucho más rápida, con menor tiempo de convalecencia, disminuyendo la inflamación y, por lo tanto, el dolor provocado por la lesión. De esta manera, el paciente puede retomar rápidamente sus actividades cotidianas y deportivas.
Además, de cara a la prevención de esta dolencia, si el estilo de vida es determinante, la genética también condiciona la evolución de nuestras articulaciones. Y en este terreno, podemos saber con un simple test genético nuestro futuro articular. No es ciencia ficción es una realidad en Clínica DKF, con una simple muestra de saliva el “Arthotest” permite analizar los genes para detectar si existe alguna predisposición a sufrir una artrosis de rodilla de evolución rápida, patología que suele derivar en la implantación de la prótesis. Y no solo eso, sino que también posibilita determinar cuál es el tratamiento idóneo en cada caso.
La medicina del futuro ya está aquí.