¿Qué es el alzhéimer?
La enfermedad de Alzheimer es la demencia más frecuente que se caracteriza por una pérdida progresiva de la memoria.
Es una enfermedad cerebral irreversible que altera de manera gradual la memoria de una persona.
En un cerebro que se va lesionando con el tiempo, las neuronas responsables de la memoria y otras funciones dejan de funcionar y que afectan directamente sobre las actividades de la vida cotidiana.
El deterioro cognitivo es la principal consecuencia de esta enfermedad, afectando a la función cerebral, la memoria y la capacidad de pensar.
Actualmente hay más de 46 millones de personas afectadas por alzhéimer, una enfermedad que puede durar entre los 7 y los 15 años.
Los enfermos de alzhéimer van perdiendo facultades como la memoria, el lenguaje, llevar a cabo actividades por sí mismos o mantener interacciones sociales, lo que conduce a una pérdida de independencia.
A pesar de que el alzhéimer no tiene cura, creemos que un diagnóstico adecuado y precoz así como una intervención temprana pueden mejorar e incluso ayudar a frenar el ritmo del deterioro cognitivo.
¿Es hereditaria la enfermedad de Alzheimer?
Cuando uno de tus familiares padece esta terrible enfermedad te preocupan muchas cosas y son muchas las preguntas que te asaltan: ¿dejará de conocerme?, ¿qué tratamientos hay?, ¿cómo les podemos ayudar? Y seguramente una de las preguntas más frecuentes que te hagas sea ¿heredaré esta enfermedad?
Aunque el alzhéimer generalmente es una enfermedad que padecen los adultos mayores de 65 años, entre el 5-6% pueden padecerla antes de los 60 años.
La pérdida progresiva e irreversible de la memoria es uno de los aspectos que caracterizan esta enfermedad.
La herencia del alzhéimer depende de la interacción de varios factores genéticos cuya expresión es el resultado de vías bioquímicas complejas y de comunicación celular que ocurren antes de la formación de depósitos de Aβ y ovillos neurofibrilares (ONF).
La pérdida de memoria se produce por la destrucción de neuronas a consecuencia del acúmulo anormal de proteínas β-amiloide y tau en el cerebro.
Se distinguen dos formas de alzhéimer según la edad de aparición de la enfermedad:
Alzheimer genético de inicio precoz
Una forma familiar genéticamente rara o de inicio precoz que representa menos del 6% de todos los casos de pacientes.
De ellos, alrededor del 60% tienen antecedentes familiares de alzhéimer y el 13% de estos tiene una herencia autosómica dominante.
La forma familiar más rara generalmente ocurre a una edad inferior a los 65 años como un alzhéimer de inicio temprano (EAIT).
Generalmente aparece cuando el paciente tiene entre 30 y 40 años. En este caso, la enfermedad progresa rápidamente.
Esto se ha relacionado con la formación de depósitos de proteína tau fosforilada (p-tau) en una etapa muy temprana en el cerebro.
En el alzhéimer familiar se da una alteración de los genes precursores de la enfermedad: PSEN1 y PSEN2 (presenilinas) y Aβ.
Estos genes provocan un aumento de fragmentos de proteínas β-amiloide que interfiere directamente en la comunicación entre las neuronas.
En este tipo de alzhéimer familiar, la mutación es hereditaria de manera autosómica dominante, esto quiere decir, que, si uno de los padres está afectado, sus hijos tienen un 50% de desarrollar la enfermedad.
Alzheimer multifactorial de inicio tardío
Una forma esporádica multifactorial o de inicio tardío, en la que factores genéticos e influencias ambientales, pueden determinar la susceptibilidad de padecer la enfermedad.
Esta segunda forma de aparición, la esporádica, es la más común y suele presentarse como una EA de inicio tardío (EAL) alrededor de los 65 años y es genéticamente más compleja, tanto en términos de herencia como de etiopatogenia, es decir las causas que pueden producir esta enfermedad.
Los cambios en la función de los genes que son hereditarios pero que no se pueden atribuir a alteraciones de la secuencia del ADN, son muy importantes tenerlos en cuenta: factores ambientales que pueden suprimir o activar la carga hereditaria que tenemos explicaría la enfermedad de Alzheimer esporádica, que es la más frecuente.
Por ejemplo, la edad y los hábitos de vida saludables o no saludables, como la dieta, el tabaquismo y el nivel educativo, se han asociado con la aparición de alzhéimer.
A nuestros pacientes se les informa que hay un 70% de factores que pueden prevenir y un 30% que no están bajo nuestro control.
Se aconseja controlar los factores de riesgo vascular como la hipertensión arterial, la diabetes y la dislipemia, evitar los tóxicos (alcohol y tabaco), llevar una vida física e intelectualmente activa, cultivar la mente, rodearse de amigos e intentar ser feliz. La excesiva preocupación por el futuro es nociva.
Clínica DKF y el tratamiento del alzhéimer
En Clínica DKF contamos con una Unidad especializada en el Deterioro Cognitivo y concretamente, en la enfermedad del Alzheimer, dispuesto a resolver todas tus inquietudes y proporcionarte información detallada sobre los tratamientos más pioneros aplicados en nuestro centro.
Nuestro objetivo es brindarte el apoyo que necesitas para enfrentar, tanto familiares como pacientes, esta situación de la mejor manera posible. No dudes en pedir una cita con nosotros, estamos aquí para escucharte y ofrecerte el mejor cuidado médico.