¿QUÉ ES EL ASMA BRONQUIAL?
El asma bronquial es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas, caracterizada desde el punto de vista clínico por episodios recurrentes de disnea (dificultad respiratoria), sibilancias (pitos en el pecho) o tos que ceden de forma espontánea o bien bajo la acción de tratamiento.
Existe un aumento de la reactividad bronquial (hiperreactividad) de las vías aéreas frente a estímulos específicos (alergenos) o inespecíficos (ejercicio, metacolina, etc.) y que se manifiesta por una obstrucción al flujo aéreo.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
Los síntomas más habituales son:
- Dificultad respiratoria.
- Ruidos torácicos sibilantes.
- Opresión torácica.
- Tos seca persistente.
Sin embargo, la presencia de estos síntomas por sí mismos no son diagnósticos y pueden darse también en otras enfermedades respiratorias que se deben descartar.
¿QUÉ TIPOS EXISTEN?
En función del agente que origina los síntomas se puede diferenciar entre:
- Asma bronquial alérgico (extrínseco): causado por la exposición a neumoalérgenos (sustancias con capacidad de producir alergia que se transportan a través del aire) como el polen de plantas y árboles, los ácaros del polvo, los hongos y los epitelios de animales como perros, gatos y caballos. Suelen existir antecedentes familiares o personales de alergia. Es el tipo más frecuente de asma bronquial (70% de los casos).
- Asma bronquial no alérgico (intrínseco): es aquella forma de asma en que no se encuentran alérgenos, sustancias con capacidad de producir alergia, como desencadenantes del mismo.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA EL ASMA BRONQUIAL?
En todo paciente en el que se sospeche un asma bronquial por la historia clínica, se debe realizar una espirometría basal y con broncodilatador para demostrar la existencia de obstrucción de la vía aérea y la reversibilidad de las misma (característica del asma bronquial).
Además, se debe realizar un diagnóstico etiológico, dirigido a buscar la causa que desencadena los síntomas. Dicho diagnóstico se puede establecer mediante la realización de pruebas cutáneas y/o la determinación de anticuerpos Ig E específicos frente a diversos aeroalérgenos. Identificar la causa es el paso más importante para poder controlar la enfermedad.
¿CÓMO SE TRATA EL ASMA BRONQUIAL?
El tratamiento del asma bronquial se basa en:
- El tratamiento etiológico (de la causa): sólo es posible en el asma bronquial alérgico. Por un lado se pueden seguir medidas de evitación del alérgeno o los alérgenos responsable/s de los síntomas bronquiales. Por otro lado, se dispone de la inmunoterapia alérgeno–específica (vacunas para la alergia), que consiste en la administración de dosis progresivamente crecientes del alérgeno al que el paciente está sensibilizado para crear una tolerancia inmunológica frente al mismo.
- El tratamiento farmacológico: dirigido a controlar la inflamación y la hiperreactividad bronquial (antinflamatorios, como los corticoides), así como a disminuir la obstrucción bronquial (broncodilatadores). La mayoría de estos fármacos se administran por vía inhalada, más efectiva y con menos efectos secundarios. La mayor parte de los pacientes asmáticos tiene un asma bronquial de grado leve a moderado que se controlará bien con las medidas de tratamiento indicadas más arriba.
No obstante, un grupo reducido (en torno a un 5%) de personas asmáticas padece asma bronquial grave o de control difícil. En algunos de estos casos se pueden emplear otros fármacos, como el anticuerpo monoclonal Omalizumab (Xolair®).
- La educación del paciente con asma bronquial es básico en la medicina clínica preventiva. Es fundamental que el paciente conozca su enfermedad, sus signos y síntomas, y que esté educado en el uso correcto de la medicación, el control de los agentes causales y agravantes y en el manejo precoz de las reagudizaciones.