¿Qué son las pruebas de función respiratoria?
Las pruebas de función respiratoria permiten analizar la capacidad pulmonar de un paciente y con ello averiguar si padece algún tipo de enfermedad respiratoria, así como la gravedad de la misma. Un ejemplo de enfermedad respiratoria es el asma bronquial o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Para la realización de estas pruebas no se requiere que el paciente esté en ayunas. Salvo que el médico lo indique, no es necesario que el paciente abandone previamente su medicación inhalada u oral habitual.
¿Qué tipo de pruebas hay?
- Espirometría simple:
Es una técnica sencilla y fácil de realizar. El paciente se colocará una pinza nasal con el fin de evitar la respiración por la nariz. Se le indicará que coja aire profundamente (inspiración forzada) para posteriormente expulsar el aire (espiración forzada) a través de una boquilla que estará conectada por medio de un tubo al espirómetro (la máquina que medirá los parámetros necesarios para determinar la capacidad pulmonar del paciente).
Habitualmente se realizan varias maniobras (normalmente tres) con el fin de poder escoger la que arroje los mejores resultados.
- Espirometría con broncodilatación
En ocasiones, una vez realizada la espirometría simple, es necesario repetirla tras la administración de un fármaco broncodilatador inhalado, con el fin de valorar si la capacidad pulmonar del paciente mejora.