La toxina botulínica es la técnica de estética dermatológica más utilizada en todo
el mundo para la corrección de arrugas faciales (entrecejo, frente y patas de gallo), aplicada también para corrección de exceso de sudoración.
¿Qué es el tratamiento con toxina botulínica?
El tratamiento con toxina botulínica tipo A se ha convertido en la técnica estética dermatológica más frecuente en todo el mundo. Su eficacia, su seguridad y su fácil aplicación la hacen indispensable en cualquier consulta de Dermatología estética.
El objetivo del tratamiento es la atenuación/eliminación de las arrugas provocadas por el envejecimiento, la exposición solar continuada y por un exceso en la gesticulación y por lo tanto en la contracción de la musculatura facial, fundamentalmente del tercio superior de la cara (frente, entrecejo y ojos). Se trata de relajar esta musculatura para conseguir una expresión más relajada, más joven y eliminar gestos de cansancio, preocupación, tristeza, tensión y envejecimiento.
¿En qué consiste el tratamiento con toxina botulínica?
El tratamiento de las zonas diana a mejorar consiste en la infiltración subcutánea en las fibras musculares de Botox® con una aguja muy fina. Seealiza en consulta en 15 minutos y no precisa anestesia. Es una técnica bien tolerada y sólo en ocasiones produce una pequeña inflamación que cede rápidamente y permite hacer una vida normal. Es a partir del tercer día cuando comienzan a notarse los efectos deseados obteniéndose un efecto máximo a las dos semanas. En este momento es cuando se acude a revisión y se valora si es necesario retocar alguna zona de la cara. En los tratamientos varían de un paciente a otro los puntos de inyección y la dosis de toxina utilizada.
¿Qué efectos tiene la toxina botulínica?
Los efectos conseguidos con el tratamiento son temporales durando entre 4-6 meses pudiendo repetirse la técnica tras este periodo. El uso continuado de la toxina botulínica evita que las arrugas vayan acentuándose con el tiempo y es una forma segura y eficaz de mantenerse joven, con un aspecto saludable sin perder naturalidad y personalidad.
Tratamiento con toxina botulínica para el exceso de sudoración
La toxina botulínica es un tratamiento bien conocido no sólo para las arrugas de expresión sino también para la hiperhidrosis o exceso de sudoración. Con una técnica igual de sencilla se infiltra en axilas, palmas y/o plantas con el fin de reducir la sudoración y mejorar la calidad de vida de estos pacientes que en ocasiones se ve muy mermada. En estos casos se suele aplicar una crema anestésica 1 hora antes y la cantidad de toxina infiltrada es superior a la que utilizamos en la cara.
¿Qué otras aplicaciones tiene la toxina botulínica?
Otros campos de la medicina como la oftalmología, la neurología, la rehabilitación, etc. la usan para corregir estrabismos, migrañas, asimetrías faciales y contracciones musculares entre otras patologías, con la misma seguridad.
Clínica DKF en El Viso (Chamartín) de Madrid cuenta con una Unidad de Dermatología especialista en tratamientos con toxina botulínica. Consulta con nuestra especialista en dermatología cómo te podemos ayudar.