¿Qué es?
La cefalea, conocida coloquialmente como dolor de cabeza, es uno de los dolores más frecuentes. Se divide en cefaleas primarias y secundarias, cuando son consecuencia de alguna otra patología subyacente. Las cefaleas primarias se presentan de distintas formas, según su intensidad y síntomas.
¿Qué tipos hay?
Los tipos de cefaleas más frecuentes son la migraña, la cefalea tensional, la cefalea crónica diaria, la cefalea en racimos.
Cualquier cambio en el patrón o naturaleza del dolor de cabeza podría ser considerado un dato de alarma o indicar un problema de salud más grave. Por ello ante la sospecha es recomendable consultar con el especialista.
¿Qué síntomas tiene?
El dolor de cabeza puede localizarse en una zona concreta o bien afectar a toda la cabeza de forma más general. Puede asociarse a otros síntomas como lagrimeo, náuseas, vómitos, enrojecimiento ocular, sensibilidad al ruido y a la luz.
La intensidad del dolor suele ser moderada o severa. En ocasiones, puede llegar a ser incapacitante para el paciente, obligándole a suspender su actividad.
Por otro lado, la frecuencia y duración de los episodios de cefalea es variable, no sobrepasando normalmente las 24-48 horas.
La cefalea se suele asociar al sexo femenino y los antecedentes familiares como en el caso de la migraña, los cambios hormonales, los desencadenantes como el estrés, la falta de sueño, los cambios climáticos, el alcohol o ciertos medicamentos.
¿Cómo tratar la cefalea?
En primer lugar, es necesario conocer el tipo de cefalea que padece el paciente. No existe una cura definitiva para las cefaleas, aunque muchos tratamientos pueden aliviar los síntomas o impedir que empeoren; como por ejemplo determinados fármacos que modulen el dolor o terapias mediante la administración de toxina botulínica, corticoides o anestesia local entre otros.
Por lo general, no hay necesidad de realizar pruebas específicas para diagnosticar la cefalea; bastará una anamnesis detallada en la consulta de neurología. Sin embargo, puede ser necesario realizar un TAC o una resonancia magnética para confirmar la naturaleza de la enfermedad.
Recomendaciones para evitar la cefalea
La cefalea en sí no se puede prevenir, pero sí es posible evitar que se desarrolle más allá de lo que debería. Algunas de las recomendaciones incluyen:
- Practicar ejercicio físico
- Evitar el alcohol
- El tabaco.
- Evitar los abusos de medicamentos