¿Qué son los trastornos del movimiento?
Los trastornos del movimiento son un grupo de enfermedades neurológicas que afectan a las capacidades de una persona para controlar sus movimientos, ya sea porque existe:
- un exceso de movimiento (como en el temblor),
- un defecto (como la lentitud).
- una dificultad para una correcta coordinación (como los problemas de equilibrio).
Este grupo de enfermedades puede afectar a cualquier zona del cuerpo (como los movimientos de los ojos, la destreza de las manos o la velocidad de las piernas) y pueden llegar a suponer una limitación importante para la vida de las personas que los sufren. Entre los trastornos del movimiento más frecuentes se encuentran:
- el temblor
- la enfermedad de Parkinson
- los problemas del equilibrio y de la marcha
- los tics
- la distonía
- y un gran grupo de enfermedades más como los trastornos funcionales, las coreas, etc.
¿Qué causa un trastorno del movimiento?
Las causas de los trastornos del movimiento son muy variadas y dependen del tipo de trastorno del movimiento al que nos enfrentemos. Abarcan desde
- causas degenerativas.
- factores genéticos.
- efectos secundarios de medicamentos.
- lesiones cerebrales.
- infecciones.
- enfermedades autoinmunes.
- tóxicos.
- otros.
¿Cómo se diagnostican los trastornos del movimiento?
Para el diagnóstico de un trastorno del movimiento es imprescindible la valoración de un médico neurólogo especialista que determine en primer lugar el tipo de trastorno que sufre un paciente y posteriormente dirija el estudio de la causa que lo ha originado mediante pruebas complementarias. Entre los estudios complementarios más frecuentemente solicitados se encuentran:
- La resonancia magnética: obtención de imágenes de cerebro, médula espinal o raíces nerviosas.
- El electromiograma: estudio de los nervios periféricos y de los músculos.
- El análisis de sangre.
- Tras pruebas más complejas que se solicitan en función de la sospecha clínica del especialista.
Un gran número de trastornos del movimiento tienen un diagnóstico clínico, es decir, que se basan en el análisis de los síntomas y signos de un paciente y de su evolución a lo largo del tiempo, sin que haya una prueba confirmatoria de una u otra enfermedad. De ahí, la importancia de ser valorado por un médico especializado para un correcto diagnóstico y tratamiento.
¿Cómo se tratan los trastornos del movimiento?
El tratamiento de los trastornos del movimiento debe ir enfocado al tipo de trastorno que padece una persona y a la causa que lo ha originado, por lo que existen numerosas y muy variadas terapias.
Afortunadamente, la gran mayoría de trastornos del movimiento tienen un tratamiento que permite a los pacientes mejorar su calidad de vida y reducir o eliminar completamente los síntomas que padecen. Entre estos tratamientos se incluyen numerosos fármacos de administración oral, terapias subcutáneas, la infiltración de toxina botulínica, fisioterapia y rehabilitación, la cirugía de estimulación cerebral o algunas técnicas más novedosas como la técnica de estimulación transcraneal TPS.