Las fracturas de cadera constituyen un problema global creciente en todo el mundo, debido, en parte, al envejecimiento de la población,
Aunque la cadera está formada por dos huesos, el fémur y el acetábulo (la “copa” que se encuentra en la pelvis), la gran mayoría de las fracturas afectan al fémur. Dependiendo del lugar donde se produzca la fractura en este hueso, condicionará el tratamiento quirúrgico a seguir y el tipo de implante.
Población afectada y factores de riesgo
Afectan tanto a hombres como mujeres, pero son más frecuentes en el sexo femenino (1:2-3). De la misma manera, pueden ocurrir en pacientes jóvenes por caídas de alta energía (como caerse de una bicicleta), pero son mucho más frecuentes en pacientes mayores, por caídas de baja energía desde su propia altura.
Las fracturas de cadera en pacientes mayores constituyen un problema complejo que debe ser abordado por un equipo multidisciplinar que engloba diferentes especialistas como traumatólogos, internistas, anestesiólogos, ortogeriatras, rehabilitadores y fisioterapeutas. Puede ser un problema devastador en estos pacientes, con una tasa de mortalidad del 7% en el primer mes tras la fractura, y hasta del 30% en el primer año. Por ello, es importante operar a estos pacientes lo antes posible (primeras 48 horas) siempre y cuando no exista una razón médica que lo contraindique.
Tipos de fracturas de cadera
Las fracturas de cadera (del fémur) las diferenciamos en aquellas que afectan a la zona del cuello (intracapsulares) y aquellas que afectan a la zona donde están los trocánteres y por debajo de estos (extracapsulares).
Las fracturas intracapsulares afectan a los vasos que llevan la vascularización a la cabeza del fémur y tienen menor potencial de curación con respecto a las extracapsulares.
Diagnóstico de fractura de cadera
Generalmente, el diagnóstico de una fractura de cadera es muy evidente: condiciona una gran limitación y dolor en el paciente, con imposibilidad para ponerse de pie y deambular, y suele ser suficiente hacer unas radiografías en el departamento de Urgencias.
Excepcionalmente, existen algunos pacientes pueden caminar tras una fractura de cadera, lo que puede condicionar un diagnóstico tardío, y que puede ser difícil de ver en las radiografías convencionales, necesitando una resonancia magnética o una TAC para confirmar el diagnóstico.
Tratamientos de fractura de cadera
El tratamiento conservador de las fracturas de cadera es excepcional, sólo reservado para aquellos pacientes con alto riesgo quirúrgico.
El tratamiento quirúrgico siempre será individualizado, acorde a las características particulares de cada paciente; pero, en general, dependerá de factores como la edad, la situación funcional y la localización de la fractura. En los pacientes jóvenes, habitualmente, el tratamiento será una osteosíntesis de la fractura, tratando de conservar la cadera del paciente. En los pacientes mayores, en el caso de las fracturas intracapsulares, el tratamiento suele ser una prótesis; y, en el caso de fracturas extracapsulares, solemos optar por una osteosíntesis: la complejidad y la estabilidad de la fractura, la calidad ósea y la estabilidad de la osteosíntesis que consigamos determinará el postoperatorio y el apoyo que pueda realizar el paciente. El objetivo siempre debe ser intentar una carga completa y movilización desde el primer día postoperatorio.