¿Qué es la trocanteritis?
El síndrome doloroso del trocánter mayor, comúnmente conocido como “trocanteritis”, consiste en un conjunto de patologías que cursan con dolor lateral en la cadera, que incluye la bursitis, la tendinosis o rotura de los tendones abductores (glúteos) y la cadera en resorte, por resalte de la banda iliotibial o el glúteo mayor.
Afecta con mayor frecuencia a mujeres entre los 40 y los 60 años de edad, aunque no exclusivamente, en parte, debido a la anatomía y forma de la pelvis o la debilidad muscular. Otros factores predisponentes son el sobrepeso, el dolor lumbar o factores que alteren la biomecánica de las piernas, como la discrepancia de longitud, la artrosis de rodilla, etc.
Síntomas de trocanteritis
Los pacientes, habitualmente, presentan dolor lateral de cadera que irradia por el muslo hasta la rodilla o hacia la zona glútea, que empeora al dormir de lado o con actividades como subir y bajar escaleras, sentarse con la pierna cruzada, agacharse o, simplemente, caminar.
Con frecuencia, existe una historia paralela de problemas a nivel lumbar, o artrosis de cadera o rodilla; por tanto, es importante el diagnóstico diferencial con estas patologías.
Diagnostico de trocanteritis
El diagnóstico es, fundamentalmente, clínico: mediante la historia clínica (los síntomas) y la exploración física, aunque es habitual apoyarse en pruebas radiológicas, bien para descartar otras causas de dolor o para conocer con más detalle el origen del problema.
La resonancia magnética es la prueba fundamental. Sin embargo, es importante saber que existe un porcentaje alto de pacientes asintomáticos con signos de “trocanteritis” en la resonancia, que no necesitan tratamiento.
Tratamiento de trocanteritis
El tratamiento de esta patología es, de entrada, conservador, con modificación de las actividades, fisioterapia y tratamiento antiinflamatorio, bien oral o con infiltraciones con corticoides.
El tratamiento con onda de choque o las infiltraciones constituyen otra alternativa en el tratamiento de esta patología.
El tratamiento quirúrgico se reserva a aquellos pacientes en los que no ha habido mejoría con el tratamiento conservador tras un periodo largo de tiempo (entre 6-12 meses), o que presentan una rotura amplia de los tendones glúteos, con poca perspectiva de mejoría con el tratamiento conservador o que generan mucha incapacidad. La cirugía puede realizarse mediante técnicas abiertas o endoscópicas, en función de los hallazgos clínicos y radiológicos.