Unidad Integral de Escoliosis en Madrid
En Clínica DKF hemos creado un equipo pionero para ofrecer a nuestros pacientes un tratamiento integral de la escoliosis.
Esta Unidad de Escoliosis está liderada por el traumatólogo el Dr. Javier Pizones, cirujano especializado en el tratamiento conservador y quirúrgico de la escoliosis, que cuenta con un equipo compuesto por ortopedas y fisioterapeutas expertos en el tratamiento de las deformidades de la columna.
El objetivo de esta Unidad es comenzar con un diagnóstico temprano y ofrecer al paciente un enfoque individualizado promoviendo un tratamiento integral de la escoliosis.
Este tratamiento abarcará las tres disciplinas básicas comenzando por la más conservadora: fisioterapia, ortopedia y en última instancia la cirugía si así se considera a lo largo de la evolución.
¿Qué es la escoliosis?
La escoliosis es una deformidad tridimensional de la columna vertebral (en los tres planos del espacio, fig. 1) que se desarrolla en un 3% de la población.
Es bastante común hallar escoliosis torácica o lumbar en niños y adolescentes, aunque también se está convirtiendo prevalente en la edad adulta sobre todo en la zona lumbar a partir de los 50 años, como efecto de la degeneración discal de la columna.
Causas de la escoliosis
Existen distintas posibles causas de la escoliosis:
- Puede desarrollarse en el feto por una malformación de alguna vértebra (escoliosis congénita, fig. 2A).
- Puede aparecer en el contexto de una enfermedad neuromuscular (escoliosis neuromuscular, fig. 2B).
- Puede ir asociada a algún síndrome como por ejemplo el Prader-Willi o las cromosomopatías (escoliosis sindrómica fig. 2C).
- Puede considerarse idiopática (escoliosis de etiología desconocida, fig. 3A) que es la más común en niños sanos y suele acontecer durante la etapa de crecimiento o en adultos debido al desgaste y degeneración de la columna.
Esta última forma, la escoliosis idiopática, es la más común en la población sana, siendo causa frecuente de derivación a la consulta del traumatólogo. Si se diagnostica a tiempo se puede modificar su historia natural y prevenir la progresión de la patología y sus consecuentes problemas en la edad adulta (fig. 3B).
¿Cuáles son sus síntomas?
Habitualmente es el propio paciente, o sus padres, los que observan una asimetría de los hombros, las cinturas, o una giba (bulto) que aparece a nivel de las escápulas (omóplatos). Es frecuente que en el momento en el que ya se perciba estéticamente, la curva tenga cierta entidad. Lo más común es que esta deformidad aumente en la etapa del estirón, esto es durante la adolescencia (Fig. 4).
Los síntomas más importantes y los que van a hacer sospechar de una escoliosis son los estéticos. Estos se hacen evidentes al mirarse al espejo y es entonces cuando podemos observar algunas de las siguientes condiciones:
- asimetría de los hombros,
- asimetría de las cinturas,
- protrusión de una parte de las costillas , o
- la parición de una giba (bulto) en la zona dorsal o en la zona lumbar.
Sólo un tercio de los adolescentes perciben molestias o dolor. En algunos casos, especialmente en curvas graves (fig. 5), la función pulmonar puede verse disminuida con el tiempo.
En los adultos que debutan con escoliosis, el dolor es un síntoma mucho más prevalente.
Las curvas de escoliosis progresan en la etapa de crecimiento aumentando así los grados de la escoliosis. Esto sucede especialmente durante la etapa del estirón puberal.
En la edad adulta las curvas de la escoliosis pueden progresar, pero lo harán a mucho menor ritmo.
Una vez llegada la degeneración en etapas avanzadas (a partir de los 45-50 años) estas curvas pueden volver a dar problemas en forma de dolor lumbar, ciática o desequilibrio (escoliosis lumbar del adulto).
Diagnóstico de la escoliosis
Cuando se sospecha de una escoliosis es necesaria la consulta con un traumatólogo de columna experto en esta condición.
A través de un exhaustivo estudio clínico se miden:
- las asimetrías de tronco y de la espalda,
- la rotación que produce la curva mediante un inclinómetro; y
- a través de una telerradiografía se puede corroborar el diagnóstico. Gracias a esta radiografía de columna completa conoceremos las características de la escoliosis que puede variar mucho entre pacientes (figura 7).
Dependiendo del tipo de curva o curvas, de la localización (escoliosis lumbar, torácica o doble curva), de la magnitud en los distintos planos del espacio (grados de las escoliosis), de la repercusión estética y del dolor, si existe, se adecúa el tratamiento a seguir.
Son muchos los pacientes que se fijan únicamente en los grados de la escoliosis, pero estos son sólo una parte del conjunto de esta patología a tratar. El tratamiento está guiado por otros muchos factores, como por ejemplo la rotación, el desequilibrio, la progresión o la localización.
Unidad Integral de Escoliosis
Nuestro equipo multidisciplinar de tratamiento de la escoliosis ofrece a nuestros pacientes un tratamiento integral de la patología.
Esta Unidad Integral de Escoliosis ofrece la posibilidad de comenzar con un diagnóstico temprano dando un enfoque individualizado a cada paciente y promoviendo un tratamiento completo y coordinado.
El aspecto más novedoso de esta nueva Unidad Integral de la Escoliosis es el diagnóstico y tratamiento completo en todas las etapas del proceso y con todas las variedades de tratamiento existentes, dependiendo de las necesidades de cada paciente. Tras una valoración inicial de la escoliosis se propondrá un tratamiento escalonado: las curvas leves serán abordadas con un tratamiento a base de ejercicios, a los que se añadirá un corsé si la curva progresa y se convierte en moderada, mientras que las curvas graves podrían considerarse para cirugía.
Todos estos tratamientos serán llevados a cabo por la misma unidad y estarán coordinados entre los distintos especialistas en el mismo centro.
Tratamiento integral de la escoliosis
Este tratamiento abarcará las tres disciplinas básicas que a continuación se detallan:
1. Fisioterapia
En curvas que se están iniciando tanto en niños y adolescentes como en adultos, es recomendable hacer ejercicio aeróbico de potenciación, así como trabajar el rango de movilidad.
Existen programas específicos de fisioterapia que pueden ayudar a concienciar la importancia de la dinámica de la espalda, conocer la función estática de esta, promover la salud musculoesquelético y trabajar con ejercicios que promuevan el rango de movilidad y fuerza.
El método que empleamos en Clínica DKF se basa en ejercicios específicos para la escoliosis que han demostrado evidencia científica en el mantenimiento y la regresión moderada en los casos más leves de escoliosis.
En los casos moderados o graves, que van a precisar además de la fisioterapia el uso de corsé, complementamos el tratamiento de ejercicios específicos con terapia manual. Esta terapia pretende contribuir a mejorar la conciencia corporal de nuestros pacientes, así como su adaptación al corsé.
Los resultados se potencian si se acompañan de una intervención de tipo educativo con las familias. Esto es imprescindible para que la adherencia al tratamiento aumente y con ello el porcentaje de posibilidades de éxito del tratamiento conservador.
2. Ortopedia: Corsés ortopédicos
Si la deformidad pasa de un determinado umbral es necesario dirigir el crecimiento de la columna mediante corsés (fig. 9). Los hay de diferentes tipos dependiendo de las características individuales de cada persona.
En los adolescentes estos corsés a medida guiarán el crecimiento de la columna en la dirección adecuada intentando frenar así la progresión de la escoliosis. Rara vez deshacen el camino andado y corrigen la curva, aunque en ocasiones se consigue.
Su función prioritaria es retrasar o detener la progresión. Por eso es fundamental consultar pronto al especialista. Cuanto antes se descubra y se diagnostique la escoliosis, mayor es el margen de maniobra.
En pacientes adultos los corsés son poco útiles y el tratamiento se basa principalmente en el ejercicio aeróbico y en la tonificación de la musculatura abdominal.
Los corsés se pueden llevar o bien sólo de noche o bien durante el día entero, dependiendo de la gravedad de la deformidad. Lo más común es llevarlo entre 17-18 horas al día. Durante su etapa de uso se fomenta la práctica de deporte activo, el ejercicio aeróbico y un tratamiento fisioterápico dirigido.
Los corsés deben ser fabricados por ortopedas expertos pues se adecúan a las características propias de cada paciente. Se hacen a medida en diferentes composiciones, dependiendo de las necesidades individuales.
En Clínica DKF ofrecemos un trabajo multidisciplinar coordinado entre el traumatólogo especialista y el ortopeda. Se establece un diálogo permanente desde la confección inicial del corsé y siempre que haya que realizar ajustes a lo largo del seguimiento. Esta comunicación asegura que todas las decisiones y/o modificaciones estén siempre consensuadas por el equipo y sean las adecuadas.
El corsé es una ortesis que debe llevarse durante un tiempo prolongado y debe contar con la participación activa de paciente y de la familia, aunque este proceso a veces se hace duro.
Por ello es imprescindible que con el esfuerzo que supone para el paciente llevar el corsé el equipo encuentre la máxima efectividad y guíe el tratamiento de la manera más correcta.
Una mala distribución de las fuerzas de corrección en el corsé puede llevar a un empeoramiento de la curva y hacer que el esfuerzo conjunto del paciente y del equipo no obtenga los resultados previstos. Por eso resulta vital un tratamiento integral a la carta como el que ofrecemos en nuestra Unidad Integral de Escoliosis.
3. Cirugía: Operación de escoliosis
Las curvas que se escapan del control del corsé y se vuelven graves pueden ser corregidas mediante cirugía. En los pacientes adultos suele ser el dolor o la progresión de la curva lo que lleva al paciente a someterse a una intervención quirúrgica.
La cirugía sí es capaz de corregir en buena parte los grados de la curva y su rotación, y sobre todo evita que no siga progresando en el futuro.
El planteamiento quirúrgico busca corregir la curva, mejorar la estética y evitar que la deformidad provoque problemas futuros. Tras la intervención, la gran mayoría de los adolescentes vuelven a hacer una vida normal y vuelven a practicar los deportes que practicaban antes de operarse. En los adultos la cirugía busca mejorar la calidad de vida y disminuir el dolor.
Aun así, siempre se aconseja un tratamiento temprano con fisioterapia y corsé dejando la cirugía para curvas graves que no se controlan con estos medios.
La cirugía de escoliosis se realiza bajo anestesia general.
La intervención consiste en la colocación de tornillos en las vértebras (fusión vertebral) que son alineados mediante unas barras de cromo-cobalto o titanio (Fig. 8).
La cirugía consigue enderezar y corregir la deformidad en sus tres dimensiones: coronal-de frente, sagital-de lado y axial-rotacional. La estancia media hospitalaria del paciente es de entre 5 y 6 días y la recuperación en niños y adolescentes es aproximadamente de un mes, si no se producen complicaciones. En el caso de los adultos, la recuperación será más larga.
No es preciso llevar corsé durante el postoperatorio y lo habitual es volver a la vida normal (el colegio o trabajo) en un mes. La vuelta a la práctica deportiva se produce entre los 3 y 6 meses dependiendo de la actividad de la que se trate.
Los riesgos de la cirugía se intentan minimizar con la presencia de un neurofisiólogo en el quirófano, el especialista que controla el estado de la médula espinal durante toda la cirugía, y de otro cirujano especialista en deformidad. Los dos cirujanos expertos, que suman 35 años de experiencia, se complementan en el quirófano para disminuir así las posibles complicaciones inherentes a la técnica.
La intervención la realiza nuestro traumatólogo especialista en escoliosis, el Dr. Javier Pizones, junto con su equipo quirúrgico en el Hospital San Rafael en Madrid.
Nuestro equipo multidisciplinar velará por un tratamiento 360º coordinando y tratando al paciente desde el mismo centro y de manera conjunta.