¿Qué es la cervicalgia?
La cervicalgia, o dolor cervical, es una de las patologías más frecuentes en la población, y supone la cuarta causa más frecuente de visita al médico. Se describe como la presencia del dolor en la región del cuello asociada, o no, a irradiación hacia la cabeza el tronco y/o los miembros superiores.
¿Por qué se produce la cervicalgia?
Aunque en ocasiones se puede relacionar la aparición de un dolor cervical con un traumatismo o un accidente, la mayoría de las veces se trata de un problema multifactorial sin una causa concreta.
Es por ello que la realización de una historia clínica en profundidad, buscando conocer todos los aspectos del paciente y su patología, es fundamental para obtener resultados con el posterior tratamiento.
Tipos de cervicalgias
En función de los síntomas y del tipo de tratamiento del que se puede beneficiar, podemos encontrar 4 tipos de cervicalgia:
- Dolor cervical con restricción de movimiento: se caracteriza por la presencia de dolor en la zona central del cuello que se puede irradiar hacia uno de los lados y/o a los miembros superiores. Se asocian a déficits de fuerza y control motor en pacientes subagudos y crónicos.
- Dolor cervical con dolor de cabeza (Cefalea cervicogénica): estos pacientes suelen presentar dolor en la zona alta del cuello y la base del cráneo asociado a un dolor referido a la cabeza. Además, los movimientos de rotación de la cabeza suelen estar limitados y pueden reproducir la cefalea. La alteración en la fuerza y la coordinación de la muscula cervical y de la cintura escapular son habituales.
- Dolor cervical con alteraciones de la coordinación de movimientos: Se trata de síntomas asociados a un traumatismo o a haber sufrido un latigazo cervical. Se suelen presentar síntomas poco específicos, como cefaleas y mareos, irradiaciones a las extremidades superiores o hipersensibilidad.
- Dolor de cuello con dolor irradiado de origen neural: este cuadro clínico se caracteriza por la presencia de dolor cervical acompañado de síntomas de tipo calambre, quemazón u hormigueo en la extremidad superior. Se pueden asociar a alteraciones en la sensibilidad y/o la fuerza muscular en el recorrido inervado por una raíz nerviosa, originada en la columna cervical.
Tratamiento de fisioterapia para la cervicalgia
El tratamiento se va a relacionar con el tipo de cervicalgia que presente el paciente. En función de los hallazgos obtenidos en la primera consulta se realizará un plan de tratamiento dirigido a mejorar aquellos aspectos observados en la exploración. Entre las técnicas utilizadas encontramos:
- Ejercicio terapéutico: ante la aparición de déficits de movilidad, de fuerza y/o de coordinación, se trabajan ejercicios dirigidos a la mejora de estos déficits. Estos ejercicios suponen, además, herramientas de autotratamiento por parte del paciente en su domicilio.
- Terapia manual: la aplicación de técnicas manuales tiene como objetivo desde la disminución del dolor a corto plazo hasta la estimulación de la movilidad articular o la disminución del tono muscular. Presentan efectos principalmente a corto plazo, suponiendo una herramienta útil para la mejora del paciente.
- Tecnología: la aplicación de tratamientos como la radiofrecuencia (INDIBA) o la onda de choque de presión radial pueden ser la ayuda perfecta para una recuperación óptima.
En la Unidad de Reumatología de Clínica DKF la Dra. Karin Freitag cuenta con más de 25 años de experiencia en el tratamiento de la lumbalgia aguda y crónica. ¡Consulta cómo te puede ayudar! Descubre también la Unidad de Fisioterapia y Deporte.