Me duele la espalda ¿Qué me pasa? ¿Cuántas veces has podido decir esto? ¿Te duele la espalda a menudo? ¿Sabes a que se debe? A continuación vamos a intentar despejar todas estas dudas.
Para empezar, tranquilízate. El dolor en la región lumbopélvica (el dolor de espalda) es una de las lesiones más comunes. Entre un 60 %y un 80% de la población sufrirá dolor lumbar a lo largo de su vida y, de hecho, es el que genera un mayor número de consultas dentro de los trastornos del aparato locomotor.
El dolor de espalda puede estar localizado en una zona, extendido en cinturón por toda la región lumbar o puede irradiar por toda la pierna. Las características de este dolor puede ser profundo, superficial, o asemejarse a un quemazón, calambre o pinchazo.
¿Cómo empieza el dolor de espalda?
Tal y como asegura Jorge Cavero, fisioterapeuta en la clínica DKF, el “desencadenante del dolor lumbar puede ser un hecho traumático o un gesto concreto, pero en la mayoría de las ocasiones el origen es desconocido (idiopático)”. La obesidad si tiene evidencias científicas de ser un factor de riesgo de dolor lumbopélvico, pero se asocia también a otras causas, como la falta de actividad física, mantenimiento de posturas estáticas o cargas de pesos de manera repetitiva.
Cavero subraya que dependiendo de la estructura de la columna lumbar responsable de la patología, se encuentran diferentes localizaciones y características del dolor. Vamos a ver cuáles son
Tipos de dolor de espalda o lumbopélvico
Discogénico. El 39% de los trastornos de dolor lumbar se relacionan con el disco intervertebral. Se presenta en una rigidez matutina tras una sedestación (es decir, posición de sentado de manera autónoma). Mejora con el movimiento y, aunque se suele relacionar con cargas de peso, giros o movimientos inesperados, puede aparecer sin causa aparente. El tipo y la extensión de este dolor de espalda es variable. Puede ser un dolor focalizado en la zona lumbar o difundirse hacia la pierna. Los pacientes con este tipo de dolor de espalda suelen referir síntomas como quemazón, calambres o pinchazos hacia la extremidad. Además, según determinados movimiento, el dolor puede variar. Por ejemplo, en posiciones estáticas el dolor se expande; y, en movimiento, el área de dolor es menor.
Facetario. El dolor de espalda de origen facetario suele caracterizarse por la aparición de focos localizados y profundos. Son dolores lumbares que suelen irradiar hacia las extremidades. Es común que el paciente sienta alivio en posiciones de flexión lumbar y, por el contrario, empeorar en extensión. Este tipo de dolor de espalda suele ser repentino y limita mucho el movimiento del paciente, pero lo común es que se solucione en un espacio de tiempo relativamente corto.
Pélvico. El episodio de este dolor está en torno al 13% de la patología de la región lumbopélvica. Se incluye todo dolor que se relacione con las articulaciones sacro ilíacas, el pubis y la región inguinal. El dolor de pélvico genera altos grados de discapacidad, relacionándose habitualmente con alteraciones de la marcha y con el paso de estar sentado a estar de pie. La expansión del dolor puede estar en la región pélvica, irradiando hacia la extremidad inferior, aunque se relaciona con dolor en la región lumbar. Uno de los orígenes más habituales de este tipo de dolor suele ser un déficit en la estabilidad de la región lumbopélvica.
Inestabilidad. Es común entre las mujeres jóvenes. Es un cuadro clínico que en fisioterapia se relaciona con una elasticidad excesiva en los ligamentos encargados de dar estabilidad a la columna. Es un dolor de espalda que únicamente se focaliza en la zona lumbar. Requiere una estabilidad activa mediante el trabajo muscular de la zona abdominal, lumbar y pélvica.
Tratamientos para el dolor de espalda
Los tipos de dolor de espalada descritos anteriormente son los más fáciles de identificar, pero, tal y como afirma el fisioterapeuta de la clínica dkf, Jorge Cavero, “es habitual encontrar síntomas mezclados de diferentes cuadros clínicos”.
Para poder establecer el posible origen del dolor, el fisioterapeuta debe incluir una exploración física. En ella, se utilizarán diferentes test ortopédicos, que, junto con los datos aportados por el paciente, podrán orientar al fisioterapeuta hacia el origen y el tipo de tratamiento que se necesita.
Una vez se conoce el origen del dolor y la patología del paciente, se determinará el tipo de tratamiento de fisioterapia que se necesita. Entre las técnicas más utilizadas encontramos:
- La terapia manual: cuyos objetivos van desde la analgesia (disminución del dolor), a la mejoría de la movilidad articular o la disminución del tono muscula.
- El ejercicio terapéutico: dirigido a la recuperación de la función que esté dificultando la vida del paciente.
- Los equipos de electroterapia: en caso de necesitarse, pueden ayudar en determinadas patologías.
En la Clínica dkf tenemos la suerte de contar con un equipo multidisciplinar que ayudarán a identificar el origen de tu dolor de espalda y a que éste desparezca. Además del fisioterapeuta, contamos con diferentes especialidades médicas que puedan ayudar en casa caso, con el fin de encontrar el mejor tratamiento a cada paciente.