En esta etapa en la que todas las miradas están puestas en el nuevo miembro de la familia, no debes olvidar que invertir tiempo para ti debe ser uno de los objetivos principales de esta nueva etapa. Recuerda que, para cuidar, hay que cuidarse. Todos tus cuidados repercutirán en tu entorno y en el bienestar de tu bebé.
La importancia de potenciar el autocuidado de la mujer en su nueva etapa como madre es un objetivo que, desde la fisioterapia especializada en suelo pélvico, intentamos transmitir a nuestros pacientes desde el principio del embarazo.
Durante la gestación el cuerpo de la madre juega un papel clave en el desarrollo del bebé, pero no hay que olvidar la importancia de la fase posterior, el postparto. Durante esta etapa, para muchas madres la atención al recién nacido se convierte en lo principal, posponiendo su propio cuidado. Es objetivo de todos, y especialmente de la madre, es darle la importancia que merece a esta recuperación y trabajar en el nacer de una nueva mujer.
No se trata de luchar por ser el más importante en esta nueva etapa, sino en generar un equilibrio de cuidados que, sin duda, beneficiará a ambos protagonistas y también a su entorno.
Vivimos en una sociedad que pone en marcha un cronómetro físico y emocional para volver a ser en un tiempo récord la misma mujer que se era antes de dar a luz. Y lo que realmente hay que entender es que esa mujer ya no existe. Esa mujer ha evolucionado hacia una mujer nueva, más experimentada, con un cuerpo diferente y con la nueva responsabilidad de tener una persona a su cargo.
Para que este estereotipo de la “súper mujer” desaparezca, deben ser las propias mujeres las que den ese primer paso pidiendo el apoyo necesario a su entorno, exigiendo tiempo para recuperarse y, lo más importante, siendo conscientes de que este tiempo de recuperación es fundamental para su bienestar.
Para ayudar a la mujer en ese camino son muchos y distintos los profesionales que las acompañan durante esta etapa y sólo gracias al trabajo conjunto de todos ellos la mujer obtendrá los mejores resultados.
Desde Clínica DKF te damos tres consejos básicos antes de acudir a tu fisioterapeuta especializada en suelo pélvico:
- Observa y no juzgues tu nuevo cuerpo. Quizás el espejo no es algo que eches de menos ahora, pero el ponerte delante de él es uno de los primeros pasos que debes dar. RE-conoce tu cuerpo y todas las estructuras que se han visto modificadas tras la gestación. No te olvides de esa zona que ha soportado el peso de tu bebé durante tanto tiempo, tu suelo pélvico.
- No tengas miedo a tocar tu cuerpo. La piel es uno de los órganos más grandes del cuerpo. Palpa, siente y experimenta y te darás cuenta de que hay zonas que han cambiado su sensibilidad o su textura. Tu abdomen seguramente se vea hinchado, flácido o distendido o incluso tengas alguna cicatriz debido al parto (cesárea). También puedes observar cómo tu vulva (parte externa genital), tiene una coloración o temperatura distinta o la existencia de «heridas» (episiotomía o desgarro) que limitan tu día a día.
- Siente el movimiento. Muévete, libera ese cuerpo que se ha visto modificado de una forma tan rápida e incontrolada. Adapta tu vuelta a la actividad física sabiendo qué cambios ha experimentado tu abdomen (diástasis o separación de los rectos abdominales), tu suelo pélvico y tu zona lumbo-pélvica.
Ahora sí, es el momento de dejarte asesorar por un fisioterapeuta especialista.
Si has dado los pasos mencionados anteriormente, el momento de contactar con tu fisioterapeuta te resultará mucho más fácil. No sólo te conocerás mejor a ti misma, sino que el hecho de compartir tus experiencias y observaciones con el especialista te será de gran ayuda para desarrollar un tratamiento único y personalizado.
La valoración inicial fisioterapéutica podrá realizarse a partir de la sexta semana tras el parto, aunque no existe fecha límite para comenzar a cuidarte. Durante la primera sesión con tu fisioterapeuta la elaboración de tu historia clínica y obstétrica, el estudio de tus hábitos diarios y tus preocupaciones serán los primeros temas para tratar y servirán como punto de partida de tu caso particular.
Posteriormente, una exploración física de tu postura, un estudio de tu respiración, de tu abdomen y de tu suelo pélvico serán básicos para ir dándole forma a tu tratamiento.
Aunando todos estos datos más la exploración física y sumando todas tus inquietudes y objetivos, se proyectará ese tratamiento único hecho a medida para ti.
Gran parte de la población relaciona este tipo de tratamientos postparto con los «ejercicios de Kegel» y los “hipopresivos”, pero esto es una ínfima parte de todo lo que la fisioterapia puede aportarte. El conocimiento, análisis y el cambio de pequeños hábitos que realizamos día a día (por ejemplo, saber cuántas veces miccionamos al día o si debo empujar al defecar) pueden aportar grandes beneficios que no hubieras imaginado nunca.
¿Qué beneficios obtendrás con el tratamiento del suelo pélvico posparto?
- Conocer tu cuerpo y apreciarlo
- Conocer y controlar tu postura
- Coordinar tu respiración con distintas actividades
- Tonificar tu abdomen, tu zona lumbo-pélvica y tu suelo pélvico
- Sentir libertad y movilidad general del cuerpo
- Aumentar tu libido y placer sexual
- Conocer qué actividad física es la más recomendada para ti.
- Modificar hábitos diarios que pueden perjudicarte.
Recuerda que el objetivo principal de todo esto es RE-conocerte y vivir la etapa del posparto como única e irrepetible desde el punto de vista de la nueva mujer que hoy eres.
No dudes en contactar con nosotros y nuestra especialista en suelo pélvico te ayudará con un tratamiento personalizado a cumplir todos tus objetivos.