El equipo de Fisioterapia y Deporte de Clínica DKF trabaja de manera continuada y multidisciplinar con las lesiones del Ligamento Cruzado Anterior (LCA), desde la preparación para la cirugía hasta las fases finales de readaptación y vuelta a la actividad física de cada paciente.
Para ello, nuestro servicio cuenta con fisioterapeutas y readaptadores deportivos que trabajan de manera coordinada para adaptar el proceso de recuperación en cada caso, basando su trabajo en la consecución de los objetivos de cada fase y realizando durante todo el proceso test funcionales y de fuerza mediante herramientas validadas y objetivas.
Rotura del Ligamento Cruzado Anterior
Las roturas de Ligamento Cruzado Anterior (LCA) afectan principalmente a gente joven activa, que practica deporte ya sea de manera profesional o recreacional. Vamos a explicar algunas claves sobre porqué es importante ante una rotura de LCA una intervención quirúrgica de calidad y una rehabilitación individualizada con el objetivo de ajustarse de la mejor manera posible, a las necesidades del paciente.
Para ello debemos entender primero qué hace el LCA: el ligamento cruzado anterior es un ligamento que une el fémur con la tibia a nivel de la rodilla Es un ligamento que proporciona principalmente estabilidad a la rodilla. En concreto, limita el desplazamiento anterior de la rodilla sobre el fémur, así como la rotación en situaciones de desplazamientos rotacionales o de pivote.
En la mayoría de los casos, las lesiones de LCA no vienen dadas por mecanismo directos o impactos, sino que vienen más bien dadas por mecanismos indirectos, cambios de dirección de ritmo (esquí, pádel, futbol, tenis…).
¿Cómo se diagnostica una rotura del LCA?
Ante una posible rotura de LCA debemos conocer cómo diagnosticamos este tipo de ruptura del LCA:
· La historia del paciente
· La valoración clínica
· Pruebas de imagen
Estos 3 ítems serán clave para su diagnóstico. En un gran número de casos, las rupturas del LCA van acompañadas de lesiones del menisco, cartílago u otras estructuras de la rodilla. Es importante una correcta valoración para evaluar otras estructuras que puedan estar comprometidas.
¿Cuáles son los síntomas de una rotura de LCA?
En la mayoría de los casos, los pacientes con rotura de LCA suelen acudir con los siguientes signos y síntomas.
· Mecanismo de lesión de torsión de la rodilla.
· Sensación o escucha de “pop “durante el momento de la lesión.
· Edema 2 horas posteriores a la lesión.
El conjunto de estos síntomas hace sospechar de una posible rotura de LCA.
Posteriormente un profesional deberá realizar las pruebas ortopédicas correspondientes para obtener más información sobre las posibilidades de que el LCA esté dañado. Es importante saber que las pruebas y test ortopédicos que podemos hacer son menos precisos tras los primeros días de la lesión y en la mayoría de los casos conviene esperar unos días a que se reduzca esa hinchazón para hacer las pruebas correspondientes.
Si ante estas pruebas se sospecha de una rotura, el siguiente paso es realizar una Resonancia Magnética para confirmar el diagnóstico e identificar si hay otras estructuras adyacentes que puedan estar involucradas en la lesión.
¿Cómo y cuánto tarda una recuperación de una rotura de LCA?
En caso de confirmarse la rotura de LCA, la evidencia sugiere que el mejor manejo de la lesión se debe llevar a cabo a través de la reconstrucción de este ligamento cruzado por un cirujano especialista.
Desde Clínica DKF creemos en un tratamiento combinado y multidisciplinar para la recuperación de esta lesión. La intervención quirúrgica es sin duda el punto de partida. Para ello Clínica DKF cuenta con una Unidad de Rodilla que encabeza uno de los mejores especialistas en cirugía de rodilla y médico de la Federación Española de Deportes de Invierno, el Dr. García-Germán. Una buena cirugía es sin duda un tratamiento precoz para poder abordar cualquier pérdida funcional que se pueda dar.
Para poder abordar esta patología correctamente, los siguientes pasos tras la cirugía son: recuperar la función completa de la rodilla, trabajar aquellas barreras fisiológicas fruto de la lesión para la vuelta al deporte, reducir las probabilidades de lesión futura o aparición de osteoartritis de rodilla y aumentar la calidad de vida del paciente.
El tiempo de recuperación tras una reconstrucción del ligamento cruzado anterior de la rodilla va a depender de las actividades y los objetivos deportivos de cada persona. El proceso se divide en una serie de fases cuya duración depende tanto del proceso fisiológico
de consolidación del injerto como de la consecución de objetivos funcionales relacionados con el dolor, la estabilidad, la movilidad y la fuerza de la pierna.
El tiempo para recuperar una funcionalidad completa en el día a día suele ser de entre cuatro y cinco meses. En ese tiempo se pueden realizar actividades físicas que no implican correr, como la natación el ciclismo, el golf o clases colectivas sin impacto.
La vuelta a deportes que impliquen gestos de giro y cambios de dirección como el tenis, el pádel, el fútbol o el baloncesto van a requerir un proceso de readaptación deportiva que debe llegar, como mínimo hasta los nueve meses desde la fecha de la cirugía. Una vuelta precoz aumenta de manera clara el riesgo de una recaída de la lesión.
En todo caso, los tiempos de vuelta a actividad física desde la cirugía siempre serán orientativos y la vuelta a los diferentes tipos de actividad física debe asociarse a haber superado los test de movilidad, estabilidad, fuerza y funcionalidad de cada fase.
El proceso de recuperación se divide en las siguientes fases:
Es de gran importancia que desde que se confirma el diagnóstico y se decide por un proceso quirúrgico, el paciente llegue en las mejores condiciones a su intervención y que posterior a esta se pueda empezar a programar el tratamiento adecuado en base a los objetivos fijados del paciente, vuelta al deporte o similar.
El equipo de FIsioterapia y Deporte de Clínica DKF lleva trabajando de manera continuada con este tipo de intervención, desde la preparación para la cirugía hasta las fases finales de vuelta a la actividad física de cada paciente.
Para ello, nuestro servicio cuenta con fisioterapeutas y readaptadores deportivos que trabajan de manera coordinada para adaptar el proceso de recuperación en cada caso, basando su trabajo en la consecución de los objetivos de cada fase y realizando durante todo el proceso test funcionales y de fuerza mediante herramientas validadas y objetivas.
Si has sufrido una lesión del Ligamento Cruzado Anterior y quieres volver a tu vida activa y deportiva previa a la lesión, te recomendamos que te pongas en manos de nuestra Unidad de Rodilla y nuestro Servicio de Fisioterapia y Deporte.