La tendinopatía (llamada y conocida popularmente como tendinitis) se caracteriza por el dolor, una disminución de la tolerancia al ejercicio y la limitación en la funcionalidad del área afectada. Dado que actualmente las actividades laborales y de ocio son, cada vez más, sedentarias, el ejercicio físico se ha convertido en algo fundamental en nuestro día a día. En el ejercicio físico, el 50% de las posibles lesiones afectan a los tendones. De ahí que la tendinopatía sea una patología bastante popular.
La aparición de una tendinopatía, o tendinitis, dependerá de factores intrínsecos. Es decir, de la disposición, forma y características del tejido del tendón, además de factores genéticos. Pero la tendinitis está también relacionada con factores extrínsecos. O sea, las características de los tejidos y las estructuras que se encuentran alrededor del tendón. En todo caso, la tendinitis se ha relacionado directamente con el hecho de someter al tendón a un aumento en la carga respecto a la que está acostumbrado a soportar.
Fases para el tratamiento de la tendinitis
Según el modelo descrito por Cook y Purdam en 2009, se pueden distinguen tres fases dentro de la tendinopatía. Sin embargo, no se puede olvidar que la tendinitis es un proceso continuo, donde el paciente difícilmente diferencia el paso de una a otra. Aún así, los expertos en el tratamiento de la tendinitis diferencian las que exponemos a continuación.
- Fase reactiva. Ante la aparición de un aumento de la carga se produce un cambio en la matriz del tendón, provocando dolor e hinchazón. Ahí se genera un aumento de su grosor para disminuir el estrés al que se somete y aumentar la resistencia del mismo. En esta primera fase de la tendinitis, si se disminuye la sobrecarga o existe suficiente reposo entre los momentos de carga, el tendón volverá a la normalidad. Puede ser un primer tratamiento para la tendinitis: reposo y eliminación de la carga.
- Fase de deterioro. También en el tratamiento de la tendinitis se la conoce como direpair. En esta fase si el estímulo de sobrecarga se mantiene, se produce una respuesta más localizada en una zona del tendón. Según asegura el fisioterapeuta de nuestra clínica, Jorge Cavero: “se puede observar aumento de volumen en puntos concretos del tendón. También puede aparecer un adelgazamiento del mismo”. En el tratamiento para la tendinitis, el fisioterapeuta explorará mediante técnicas de imagen y se observará desestructuración de las fibras de colágeno. Aquí puede generarse neovascularización.
En pacientes de edad avanzada se puede llegar a esta fase sin la necesidad de que la carga sea excesiva, aunque de manera general la frecuencia y el volumen de carga del tendón pueden ser determinantes en su aparición. Aún así, el tratamiento de esta patología en esta fase todavía es reversible con un control de las cargas de trabajo y con ejercicio específico para estimular la matriz del tendón.
- Tendinopatía degenerativa. La tendinitis degenerativa se produce en la matriz del tendón. Sigue evolucionando y se producen cambios celulares con gran cantidad de neovascularización. Llegada esta fase es difícil le regeneración de las zonas más afectadas.
Dolor de la tendinopatía
Los pacientes que llegan a esta fase suelen haber pasado por varios episodios de dolor tendinoso solucionado con reposo, pero que al volver a cargar el tendón, vuelve a aparecer. Si la degeneración tendinosa es muy extensa o si la carga sigue siendo excesiva, suele tener como resultado la ruptura del tendón, que es uno de los grandes problemas de la tendinitis.
Aún así, el dolor en la patología tendinosa puede aparecer en cualquiera de las fases. Se observan en ocasiones rupturas tendinosas sin que haya habido episodios de dolor previos, así como dolores intensos en tendones sin una gran afectación estructural.
Tratamiento de la tendinitis en fisioterapia
“Al observar la influencia de la carga en las tendinopatías, se puede llegar fácilmente a la conclusión de que un control en las mismas según la etapa en la que esté cada paciente es el mejor abordaje que podemos realizar desde la fisioterapia”. Así lo asegura el fisioterapeuta Jorge Cavero.
Para el tratamiento de la tendinitis en la fase inicial o reactiva puede servir algo tan simple como ampliar el periodo de descanso a varios días entre sesiones de fuerza. Es posible que así el tendón vuelva a la situación de normalidad. En ese periodo de descanso actividades de menor impacto se pueden mantener.
Para el tratamiento de la tendinitis en fases más avanzadas se pueden combinar técnicas manuales para aliviar el dolor y poder disminuir la posible inflamación con un protocolo de ejercicio adaptado a cada paciente. Dicho protocolo debe pautarse con un control de la carga que el tendón pueda soportar.
En patología tendinosa el dolor durante el ejercicio suele aparecer en el inicio, y durante el tratamiento de la tendinitis va disminuyendo. También se ha observado que se debe permitir la presencia de un dolor soportable durante la realización del ejercicio, siempre y cuando esta no vaya aumentando durante las repeticiones.
La prescripción de ejercicio debe estar pautada según los principios del trabajo de fuerza, con un volumen y frecuencia establecidos, períodos de descanso marcados y una progresión en la fuerza a lo largo de las semanas de trabajo.
Se ha observado que las adaptaciones obtenidas son mantenidas en el tiempo cuando el programa de ejercicio se realiza durante un mínimo de 12 semanas.