La Doctora Karin Freitag ha participado en estas Jornadas Internacionales de Medicina Física y Rehabilitación celebradas en Oporto con fecha del 19 al 20 de octubre con una presentación sobre las “Ondas de Choque, mecanismos de acción. Indicaciones actuales y aplicaciones futuras”.
En su presentación la Doctora Freitag señalo que las Ondas de Choque son ondas con efectos mecánicos y biológicos para tratar tendinopatías degenerativas de codo, hombro, rodilla, trocánter y pie. Asimismo las ondas de choque se aplican en retardos de consolidación de una fractura y osteonecrosis. A estas aplicaciones se unen otras muchas a futuro para la rehabilitación de ciertas patologías.
Las ondas de choque son un tratamiento no invasivo de rápida aplicación y que se puede asociar a otros tratamientos, que además se puede repetir en otras sesiones, con efectos secundarios irrelevantes y de bajo coste. Es un tratamiento que produce respuesta biológica sin dañar o destruir los tejidos lesionados.
Además, los efectos de las ondas de choque se aprecian rápidamente, ya que en el plazo de una o dos semanas, se reduce claramente el dolor unido a la reducción de la inflamación y de los radicales libres, aumentando la multiplicación celular, la vascularización y el efecto bactericida. Además, en un plazo en torno a 12 semanas se produce una disolución de las calcificaciones y una regeneración del tejido óseo.
Para llevar a cabo este tipo de tratamientos es necesario previamente realizar una exploración clínica, disponer de imágenes radiológicas y excepcionalmente pruebas complementarias como resonancia magnética, neurológicas, etc. Además, solo médicos certificados nacional o internacionalmente pueden llevar a cabo este tipo de tratamientos.
Las aplicaciones en las que se han demostrado los beneficios de la aplicación de las Ondas de Choque son tendinopatías calcificantes de hombro, epicondilopatía lateral de codo (codo de tenista), síndrome del trocánter mayor, tendinopatía patelar, tendinopatía aquilea, fascitis plantar, con o sin espolón calcáneo, retraso en la consolidación de fracturas, pseudoartrosis o mala unión de huesos fracturados,fracturas de estrés, necrosis ósea, Osteochondritis Dissecans (OCD) , retraso en la curación de heridas, úlceras decúbito, arteriales y venosas y quemaduras.
Por otra parte los usos clínicos empíricos son la tendinopatia sin calcificación del maguito rotador, epitrocleopatía de codo, síndrome de tendinopatía del aductor, síndrome de tendinopatia del Pes-Anserinus tendinopatía peroneal, tendinopatias de tobillo y pie, edema óseo, enfermedad de Osgood Schlatter, síndrome de stress tibial, síndrome miofascial, desgarro muscular parcial y celulitis.
Con carácter excepcional se puede aplicar en casos de artrosis, enfermedad de Dupuytren, fibromatosis plantar, enfermedad De Quervain, dedo en gatillo, espasticidad, polineuropatias, síndrome del túnel carpiano, síndrome de dolor crónico pelviano, disfunciones eréctiles, enfermedad de Peyronie y linfedema.
En cuanto a las aplicaciones experimentales, se está investigando los beneficiosos efectos en isquemia cardiaca, lesiones de nervios periféricos, patologías de la columna vertebral y del cerebro, calcinosis de piel, enfermedad periodontal, patologías del hueso mandibular, distrofia simpaticorefleja y osteoporosis.
Sin embargo, el uso de las ondas de choque está contraindicado en el caso de tumores malignos en la zona tratada o que la zona a tratar esté cerca del feto en caso de embarazo.