
La tendinopatía glútea es una afección dolorosa que afecta los tendones de los músculos glúteos, especialmente el glúteo medio y el glúteo menor. Esta patología es común en deportistas, personas que realizan actividades físicas intensas o que están expuestas a movimientos repetitivos.
Causas de la tendinopatía glútea
Las principales causas de la tendinopatía glútea incluyen:
- Sobrecarga y movimientos repetitivos: actividades que requieren movimientos repetitivos y de alta intensidad.
- Desbalance muscular: la debilidad o desbalance en los músculos del abdomen y la cadera pueden aumentar la carga en los tendones, contribuyendo al desarrollo de la tendinopatía.
- Alteraciones biomecánicas: la mala alineación de la pelvis puede generar tensiones adicionales en los tendones glúteos.
- Factores intrínsecos: factores como la edad, el sexo y las predisposiciones anatómicas pueden aumentar el riesgo de desarrollar tendinopatía glútea.
- Otras causas: mala técnica deportiva, falta de movilidad en la cadena muscular de la cadera.
Síntomas de la tendinopatía glútea
Los síntomas de la tendinopatía glútea pueden variar en intensidad y pueden incluir:
- Dolor localizado: dolor en la región lateral de la cadera, que puede irradiarse hacia el muslo y glúteos.
- Sensibilidad: dolor y sensibilidad al tocar la zona afectada.
- Rigidez: sensación de rigidez en la cadera, especialmente después de períodos de inactividad.
- Dificultad para realizar actividades diarias: dolor al caminar, subir escaleras o realizar otras actividades que impliquen la cadena muscular de la cadera.
El diagnóstico de la tendinopatía glútea se basa en la evaluación clínica, la exploración, el historial médico del paciente y pruebas de imagen como la resonancia magnética y el ultrasonido. Estas herramientas permiten un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
Tratamientos
El tratamiento de la tendinopatía glútea puede ser conservador o, en casos severos, quirúrgico. Las opciones de tratamiento incluyen:
- Reposo y modificación de actividades: evitar actividades que aumenten el dolor es crucial para permitir la recuperación de los tendones.
- Terapia física: ejercicios específicos para fortalecer los músculos glúteos y mejorar la flexibilidad de la cadera pueden aliviar los síntomas y prevenir recaídas.
- Medicamentos antiinflamatorios: pueden reducir la inflamación y el dolor asociados con la tendinopatía, sobre todo, si hay asociación con bursitis peritrocantéreas.
- Terapias avanzadas: tratamientos como la terapia con ondas de choque y las inyecciones de PRP (plasma rico en plaquetas) han mostrado eficacia.
- Cirugía: En casos donde el tratamiento conservador no es efectivo, la cirugía para reparar los tendones dañados puede ser necesaria.
En Clínica DKF, nuestro equipo de especialistas está comprometido en ofrecer tratamientos que aseguren los mejores resultados para nuestros pacientes.