
Las alteraciones angulares de las piernas, como el genu varo (piernas arqueadas) y el genu valgo (rodillas en «X»), forman parte del crecimiento normal de los niños. Estas variaciones en la alineación de las piernas suelen corregirse de forma espontánea a medida que el niño crece.
Sin embargo, es importante identificar aquellos casos que se salen de los límites normales, ya que podrían indicar problemas subyacentes que requieren atención médica especializada.
¿Qué es el genu varo?
El genu varo se caracteriza por la alineación de las piernas en forma de «O», donde las piernas se arquean hacia afuera, dejando un espacio entre las rodillas cuando los tobillos están juntos. Es normal en bebés y niños menores de 2 años. Generalmente, se corrige de forma natural hacia los 2-3 años.
Sin embargo, hay casos en los que es severo, persiste después de los 3 años, es asimétrico (una pierna más arqueada que la otra) o existe dolor o dificultad para caminar, en los que es esencial una valoración temprana por un especialista.
¿Qué es el genu valgo?
El genu valgo se observa cuando las rodillas se tocan mientras los tobillos permanecen separados al estar de pie, adquiriendo las piernas forma de «X». Es normal entre los 3 y 5 años y se va corrigiendo gradualmente hasta los 7-8 años, dejando un ligero valgo normal en la adolescencia.
Sin embargo, es importante la valoración precoz por un especialista en los casos en los que la separación entre los tobillos es muy grande, persiste de forma aumentada después de los 8 años o existe dolor, cojera o dificultad para correr.
¿Cuáles son las causas?
- Fisiológicas: Parte del desarrollo normal.
- Patológicas: Enfermedad de Blount, raquitismo, displasias esqueléticas, secuelas de fracturas, infecciones o tumores óseos.
¿Cómo se diagnostica?
Es importante la valoración en consulta por un especialista para la identificación de causas fisiológicas o patológicas:
- Historia clínica: Para conocer antecedentes y posibles síntomas asociados
- Examen físico: Para evaluar la simetría, alineación y función de las piernas.
- Pruebas de imagen: Radiografías en casos de sospecha de patología o si la deformidad persiste.
¿Cómo se trata?
- Observación y seguimiento: En la mayoría de los casos.
- Tratamiento médico: Para condiciones subyacentes como enfermedades metabólicas óseas.
- Cirugía: En casos de deformidades graves, que persisten en la adolescencia, o asimétricas. Se pueden emplear técnicas de crecimiento guiado en niños que no han terminado de crecer, u osteotomías correctoras en pacientes que han finalizado su crecimiento.
❌ Importante: Las plantillas, ortesis o ejercicios específicos NO corrigen estas deformidades, ya que dependen del hueso, aunque sí pueden en algunos casos favorecer la comodidad del paciente.
¿Por qué es importante la atención especializada?
Es fundamental una valoración por un especialista en ortopedia pediátrica para identificar causas patológicas y hacer seguimiento en caso de deformidades relevantes para determinar el mejor momento para intervenir, si es necesario. Un tratamiento adecuado puede prevenir complicaciones a largo plazo como problemas de degeneración articular precoz a nivel de las rodillas.
Si tienes dudas o preocupaciones sobre la alineación de las piernas de tu hijo, pide cita con nuestra Unidad de Traumatología Infantil y del Adolescente.