Nuestro traumatólogo responsable de la Unidad de Columna, el Dr. Javier Pizones, nos cuenta cómo afecta el peso de las mochilas a nuestros hijos.
Una de las preocupaciones recurrentes como padres a la vuelta de verano son las mochilas escolares.
Vemos a niños en crecimiento cargando un peso excesivo sobre los hombros y nos preguntamos si será perjudicial para la salud de la espalda.
Determinados estudios recomiendan no llevar un peso que exceda el 15-20% del peso corporal en la mochila.
Consecuencias de la sobrecarga de espalda en niños
Pero, ¿es eso cierto? ¿La carga de sobrepeso daña la espalda de manera acumulativa durante todo el curso escolar?
La respuesta que puedo proporcionar está basada en la experiencia. A lo largo de los 20 años que llevo ejerciendo de traumatólogo especializado en columna, nunca se me ha presentado un caso en el que la mochila haya producido un daño estructural en la columna vertebral.
Las mochilas no producen desviaciones de la columna en forma de cifosis (excesiva curvatura) o escoliosis (deformidades de la columna). Estas lesiones tienen un origen en el material genético que heredan los niños y no se modifican por el peso de las mochilas.
Tampoco generan hernias de disco, ni afectan al crecimiento de las vértebras.
Sin embargo, el cargar peso excesivo sí que puede producir contracturas de los trapecios (la zona baja del cuello) o la musculatura lumbar, pero estas suelen ser transitorias y mejoran con un poco de reposo y en ocasiones muy excepcionales sesiones de fisioterapia.
Las mochilas solo se cargan durante el momento de transición entre las casas y los colegios, sumando los minutos de carga diarios, el cuerpo es capaz de absorber esas cargas e impactos sin producir lesiones estructurales.
Postura óptima para el transporte de la mochila escolar
Ahora bien, nuestro consejo es mantener siempre una buena higiene postural y una adecuada distribución de las cargas soportadas por la columna.
Así pues, la recomendación siempre es:
- minimizar el peso que se carga todo lo que se pueda,
- llevar siempre las mochilas sujetas por ambos hombros (no solo por uno) para que las cargas se distribuyan de manera simétrica, y
- no llevar mochilas “colganderas” (tan de moda hoy en día por estética), es decir ajustar bien las cinchas para que la carga se recoja bien por la parte alta de la espalda.
Otra alternativa podrían ser los carritos, sin embargo, estos no siempre son ideales porque se tira solo con una mano (carga asimétrica) y hay que levantarlas con mucho esfuerzo para llegar al aula, hay que subir escaleras.
Y finalmente, la salud de la espalda requiere siempre y a cualquier edad un cuidado constante. Para ello se recomienda hacer ejercicio aeróbico a lo largo de la vida, y en especial en etapas de cambio (crecimiento o vejez).