
La consulta de columna del niño en crecimiento es muy frecuente, sobre todo cuando llegan a la edad de la adolescencia. Todos los cambios corporales pueden llevar a condiciones que previamente no existían y esto alarma y preocupa especialmente a los padres.
A lo largo de este artículo el especialista y responsable de la Unidad de Columna en Clínica DKF, el Dr. Javier Pizones, nos aclara qué dolores son más frecuentes y pasajeros sin tratarse de una patología y qué dolores son los que deben alertarnos.
Situaciones que no son causa de una patología:
- “Mi hijo va cargado de hombros”: Esta es una postura muy típica de la etapa de crecimiento prepuberal y puberal. Suele deberse a cambios adaptativos del cuerpo durante el estirón. En chicas es muy frecuente cuando comienzan con el desarrollo del pecho. Esta postura mejora cuando llega la madurez esquelética.
- El peso de las mochilas. No deberíamos cargar más de un 20% de nuestro peso durante marchas largas. Y aunque el sobrepeso de los libros suele ser mayor que el deseable, si la mochila se lleva colgada por las dos cinchas y se ajusta bien a la espalda, no debería ser un factor que induzca a deformidad ni a lesiones.
- El dolor lumbar en adolescentes que están dando el estirón es muy frecuente. Un 80% de los adolescentes se queja de dolores esporádicos pero recurrentes. No suelen ser fuente de patología ni consecuencia de ella. Aun así, debemos insistir a los adolescentes en la importancia que tiene llevar una vida deportiva saludable durante estas etapas, en cuidar las posturas al estar sentados y que, sobre todo los varones, aprendan a estirar los músculos isquiotibiales.
- Las molestias cervicales: es frecuente que los niños en etapas de estudio se quejen de molestias en cuello y hombros. Este dolor se debe al exceso de horas en posiciones de estudio y muchas veces va acentuado por el uso continuo de los móviles. Estos dolores no suelen revestir peligro y mejoran con la corrección postural y el descanso.
Señales que nos deben preocupar:
- Debemos consultar al médico cuando se refieren: dolores de espalda fuertes que no ceden con un periodo de tratamiento con analgesia, dolores que impiden hacer deporte o dolores que obligan a cesar la actividad que están realizando. Hay que prestar especial atención cuando el dolor aparece en la zona lumbar al realizar saltos repetidos.
- Dolores irradiados por las piernas con sensación de hormigueo o pérdida de fuerza. Aunque es altamente infrecuente, hay algunas lesiones deportivas que pueden afectar a las vértebras o discos intervertebrales en forma de fractura o hernias.
- Asimetrías de las cinturas o los hombros o inclinaciones fijas laterales de la estática de la columna. Esto es más frecuente y mucho más prevalente en chicas antes y durante el estirón. En estos casos hay que descartar que pueda tratarse de una escoliosis en desarrollo. Si estuviera presente una escoliosis, ésta suele aumentar con el tiempo y lo ideal es diagnosticarlo a tiempo para ser tratarlo cuanto antes.
- Cifosis que no son redondeadas y flexibles, pero sí rígidas y dolorosas. Habrá que hacer un examen exhaustivo de los síntomas y aclarar el diagnóstico de manera precoz.
Hay que insistir a nuestros hijos de la importancia que tiene la práctica deportiva durante la adolescencia. El ejercicio mejorará su salud, la elasticidad y potenciará el tono muscular de su espalda. Hacer deporte dos días a la semana, independientemente del estilo y tipo de deporte que cada uno desee hacer, es el mínimo que debemos exigir para cuidar de la salud en general. Sin duda, el ejercicio físico evitará muchas consultas médicas.
Ante la presencia de síntomas evidentes debemos buscar siempre la ayuda de un especialista. Los pediatras serán normalmente los que hagan un primer despistaje para derivar posteriormente al traumatólogo en caso de duda. Pero la consulta con un traumatólogo especializado en columna infantil es un seguro de vida. En casos banales conseguirá descartar patología mayor y dar consejos de salud de la columna. En los casos en los que se detecte una patología llegar a tiempo y comenzar con un tratamiento adecuado puede frenar la progresión de la patología durante el estirón.
¡No dudes en ponerte en contacto con nuestro especialista en columna si tienes cualquier duda!