El codo de golfista, también conocida como epicondilitis medial, es una afección que causa dolor en la parte interna del codo. A pesar de su nombre, no solo afecta a los golfistas, sino también a personas que realizan movimientos repetitivos con la muñeca y el antebrazo.
Se produce por una sobrecarga que acaba afectando a los tendones que conectan los músculos del codo con el antebrazo. Tras esa continua tensión, los músculos y tendones sufren un proceso de inflamación o incluso desgarro en casos más graves, causando dolor o una dificultad funcional.
Causas
Como hemos mencionado, esta patología se produce por la repetición de movimientos que impliquen un agarre forzado, rotación del antebrazo o flexión de muñeca. Existen diversas actividades del día a día que pueden potenciar el desarrollo del codo de golfista:
- Deportes: deportes como el golf el beisbol o el tenis pueden provocar una tensión considerable en los músculos y tendones del antebrazo.
- Actividades laborales: trabajos que implican movimientos repetitivos como la carpintería, construcción o uso de herramientas manuales.
- Mala técnica deportiva: una postura o técnica incorrecta al practicar deportes puede aumentar el riesgo de desarrollar esta lesión.
- Falta de acondicionamiento: tendones y músculos débiles son más susceptibles al estrés por repetición.
Síntomas del codo de golfista
Los síntomas del codo de golfista pueden desarrollarse gradualmente y varían en intensidad. Los más comunes son:
- Dolor y sensibilidad en la parte interna del codo: el dolor puede irradiarse hacia el antebrazo y la muñeca.
- Sensación de rigidez en el codo: dificultad para realizar movimientos de flexión y extensión.
- Debilidad en la mano y el antebrazo: Especialmente al realizar actividades que impliquen agarre.
- Sensación de hormigueo: a veces se perciben estas sensaciones en el cuarto y quinto dedo de la mano.
El tratamiento para el codo de golfista puede variar en función de la gravedad de la lesión y el caso individualizado de cada paciente; en una primera instancia se recomienda el reposo o la modificación de actividades que han potenciado la aparición de la patología. La aplicación de frío o calor puede ayudar a reducir la inflamación o aliviar la rigidez muscular.
En Clínica DKF, nuestra Unidad de Fisioterapia puede diseñar un plan de ejercicios para fortalecer los músculos del antebrazo y mejorar la movilidad de la zona.
El tratamiento con ondas de choque ha resultado ser eficaz en lesiones de este tipo, estimulando de la regeneración de los tejidos dañados.
En casos severos y persistentes, puede ser necesario realizar una cirugía para reparar los tendones dañados.
Prevención
Existen algunas medidas que se pueden tener en cuenta a la hora de prevenir el desarrollo del codo de golfista:
- Realizar ejercicios de fortalecimiento: fortalecer los músculos del antebrazo y mejorar la flexibilidad puede reducir el riesgo de lesiones.
- Calentamiento: antes de practicar deportes o realizar actividades físicas intensas.
- Uso de técnica correcta: contar con la ayuda de un entrenador o fisioterapeuta puede ser útil para conocer mejor la técnica y realizar una práctica deportiva segura y saludable.
- Descanso: no sobrecargar el codo. Ante signos de dolor es importante descansar.
Enfoque multidisciplinar en Clínica DKF
En Clínica DKF, nuestros traumatólogos y fisioterapeutas especialistas en rehabilitación trabajan mano a mano para garantizar que el tratamiento esté totalmente adaptado a las necesidades del paciente. El objetivo es ofrecer una atención personalizada para garantizar una recuperación completa, ayudando a los pacientes a recuperar la funcionalidad y evitar la recaída, devolviéndoles la calidad de vida que necesitan.
El codo de golfista es una condición tratable que, con un diagnóstico adecuado y un tratamiento temprano, no debería limitar las actividades diarias.
Pide cita con nuestra Unidad de Hombro y Codo liderada por el Dr. Barco para recibir la atención que necesitas.