El hombro congelado, también conocido como capsulitis adhesiva, es una inflamación y retracción de la cápsula articular que envuelve el hombro.
Se caracteriza por la pérdida de movilidad de la articulación.
Esto ocurre cuando los tejidos blandos de la cápsula del hombro se endurecen, se ponen rígidos y se inflaman.
Esta patología afecta a entre el 2 y el 5 por cierto de la población general y es diagnosticada con mayor frecuencia en personas con edades entre 40 y 60 años siendo su prevalencia de un 70% en mujeres.
¿Cuáles son sus síntomas?
La consulta más frecuente es cuando el paciente acusa dolor de hombro de manera espontánea sin haber realizado movimientos bruscos ni haber tenido ningún traumatismo previo.
El hombro congelado se caracteriza principalmente por la rigidez de hombro, además de un dolor sordo fijo y continuo.
Este dolor se focaliza sobre todo en la parte exterior del hombro y a veces puede extenderse hasta el codo.
En general, el hombro congelado se manifiesta lentamente y en tres fases:
- Fase inflamatoria: esta fase dura típicamente entre 2 y 9 meses y cualquier movimiento del hombro causa dolor.
- Fase de rigidez: Esta etapa puede durar entre 4 y 12 meses. Aunque el dolor puede disminuir en esta fase, el hombro se vuelve más rígido y la capacidad de movimiento cada vez más limitada.
- Fase de alivio: La capacidad de movimiento empieza a mejorar y el dolor se reduce gradualmente. La duración media del proceso total es de 30 meses aproximados.
Tipos de capsulitis adhesiva
Existen dos tipos de capsulitis adhesiva:
Capsulitis adhesiva primaria:
Son de causa desconocida.
Capsulitis adhesiva secundaria:
Sus causas son conocidas y se clasifican según sean:
- Causas intrínsecas: del propio hombro
- Causas extrínsecas: el origen se sitúa fuera del hombro, pero pueden reflejarse en el por fracturas de húmero, vértebras cervicales, lesiones de clavícula, problemas cervicales, etc.
- Causas sistemáticas: el origen está en patologías que afectan a todo el cuerpo como la diabetes, los problemas tiroideos o cardiológicos
Tratamientos
El tratamiento inicial para el abordaje del hombro congelado es el conservador, es decir, el no quirúrgico.
Existen las opciones del uso de antiinflamatorios no esteroides, las infiltraciones con cortisona o la fisioterapia.
En los casos de mayor gravedad o si fracasan los tratamientos más conservadores, se recomiendan los procedimientos quirúrgicos como la artroscopia de hombro.
Si crees que puedes padecer de hombro congelado, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y te gestionaremos una cita con el responsable de nuestra Unidad de Hombro y Codo, el Dr. Raúl Barco, especialista reconocido mundialmente por su experiencia en el campo del hombro.