
La llegada de la primavera invita a disfrutar del deporte al aire libre, pero para millones de personas, esta época coincide con la temporada alta de polen. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), las enfermedades alérgicas por pólenes afectan a más de ocho millones de españoles, y su incidencia aumenta cada año.
Si eres deportista y sufres alergia, sabes que los síntomas pueden afectar a tu rendimiento. ¿Significa esto que debes renunciar a entrenar al aire libre? Afortunadamente, no. Con la información y las estrategias adecuadas, es posible compatibilizar alergias y deporte.
¿Por qué las alergias afectan al rendimiento deportivo?
La reacción alérgica al polen desencadena una respuesta inflamatoria en el organismo que va más allá de los molestos estornudos. Esta inflamación afecta principalmente a las vías respiratorias, provocando:
- Congestión nasal: dificulta la respiración nasal, obligando a respirar por la boca, lo que reseca las vías aéreas y puede empeorar los síntomas.
- Reducción de la capacidad pulmonar: la inflamación bronquial, especialmente en personas con asma alérgica, disminuye el flujo de aire y la capacidad de oxigenación.
- Fatiga: el esfuerzo extra para respirar y la propia respuesta inflamatoria consumen energía adicional, llevando a una sensación de cansancio prematuro.
- Menos concentración: los síntomas como el picor de ojos o la congestión pueden distraer y afectar la concentración necesaria para el deporte.
Principales síntomas al entrenar con alergia al polen
Realizar actividad física en un ambiente cargado de polen puede exacerbar los síntomas típicos de la alergia. Presta atención a estas señales durante o después de tu entrenamiento:
- Rinitis alérgica: estornudos frecuentes, picor nasal intenso, congestión y secreción nasal acuosa.
- Conjuntivitis alérgica: picor, enrojecimiento, lagrimeo y sensación de cuerpo extraño en los ojos.
- Síntomas asmáticos: tos seca, dificultad para respirar, opresión en el pecho y sibilancias (pitidos al respirar). El ejercicio físico puede ser un desencadenante del asma en personas alérgicas.
- Reacciones cutáneas: urticaria o picor en la piel, aunque menos frecuente, puede ocurrir por contacto directo o por la propia reacción sistémica.
¿Se puede hacer deporte con alergia?
Sí, la clave está en la planificación y la adopción de medidas preventivas:
- Consulta a tu médico: antes de nada, habla con tu médico o alergólogo. Puede ajustar tu tratamiento (antihistamínicos, corticoides nasales, broncodilatadores) para la práctica deportiva.
- Medicación estratégica: toma la medicación prescrita antes del entrenamiento (generalmente 30-60 minutos antes) para maximizar su efecto protector.
- Calentamiento gradual: realiza un calentamiento más prolongado y progresivo para adaptar tus vías respiratorias al esfuerzo.
- Gafas de sol: Utiliza gafas de sol para proteger tus ojos del contacto directo con el polen.
- Hidratación: bebe agua antes, durante y después del ejercicio para mantener las mucosas hidratadas.
- Ducha post-entrenamiento: dúchate y cámbiate de ropa inmediatamente después de entrenar para eliminar los granos de polen adheridos a la piel, el pelo y la ropa.
- Lava tu equipación: lava la ropa deportiva después de cada uso.
Mejores horarios y lugares para entrenar al aire libre en primavera
La concentración de polen varía a lo largo del día y según el lugar. Elegir el momento y el sitio adecuados puede marcar una gran diferencia:
- Horarios: las peores horas suelen ser el amanecer y el atardecer, cuando las plantas liberan más polen. Intenta entrenar a mediodía o por la tarde, especialmente después de la lluvia, ya que el agua limpia el aire de partículas.
- Lugares: evita zonas con alta concentración de las plantas a las que eres alérgico (consulta mapas polínicos). Los días de viento aumentan la dispersión del polen, así que es mejor evitarlos.
- Consulta los niveles de polen: revisa diariamente los niveles de polen en tu zona (la SEAIC ofrece esta información) y adapta tu plan de entrenamiento.
Tratamientos y prevención para deportistas alérgicos
Además de los consejos anteriores, existen tratamientos específicos que pueden ayudarte a controlar la alergia y seguir practicando deporte:
- Antihistamínicos: los de segunda generación no suelen producir somnolencia y son una buena opción para deportistas.
- Corticoides nasales: muy efectivos para controlar la rinitis alérgica, deben usarse según prescripción médica.
- Broncodilatadores: importantes para personas con asma alérgica, se usan antes del ejercicio y para aliviar síntomas agudos.
- Inmunoterapia (vacunas para la alergia): es el único tratamiento que puede modificar el curso de la enfermedad alérgica a largo plazo llegando a curar al paciente. Consulta con nuestra Unidad de Alergología para valorar si eres candidato a este tratamiento.
Cuándo consultar con un especialista en alergología
Es fundamental buscar ayuda profesional si:
- Los síntomas de alergia interfieren significativamente con tu rendimiento deportivo o tu vida diaria.
- Experimentas síntomas de asma (tos, dificultad para respirar, opresión torácica) durante o después del ejercicio.
- La medicación habitual no es suficiente para controlar los síntomas.
- No estás seguro de a qué tipo de polen eres alérgico.
- Deseas valorar la posibilidad de tratamiento con inmunoterapia, cuyo objetivo final es que los síntomas de alergia desaparezcan a largo plazo.
En Clínica DKF, la Dra. Cabrera Freitag realizará las pruebas necesarias para un diagnóstico preciso y diseñará un plan de tratamiento personalizado, teniendo en cuenta tus necesidades como deportista.
Sufrir alergia al polen no tiene por qué significar el fin de tu actividad deportiva al aire libre.
Con una buena planificación, el tratamiento adecuado y la adaptación de tus rutinas de entrenamiento, puedes seguir disfrutando de tu deporte favorito minimizando el impacto de los síntomas.
¡No dejes que el polen frene tu actividad deportiva! Pide tu cita.